Bichos de Campo tiene la conciencia muy tranquila: desde que el gobierno comenzó a manosear de nuevo el mercado de la carne vacuna, este humilde medio viene informando que no todos los frigoríficos pierden por igual con esta política de cepos y restricciones a la exportación. También hemos llamado varias veces la atención sobre la decisión de Matías Kulfas, el ministro que lleva la voz cantante en esta intervención, de otorgar casi con exclusividad la potestar de negociación al titular del Consorcio ABC, Mario Ravettino, desoyendo los argumentos del resto de la cadena productiva, especialmente a los productores representados en la Mesa de Enlace.
Hecha esta aclaración -para nosotros importante, porque solemos tener una línea de conducta que en general defiende al productor de los intereses más concentrados de la cadena-, ahora informaremos que a días del vencimiento del sistema de cupos de exportación, el próximo martes 31 de agosto, Kulfas y Ravettino están volviendo a hacer de las suyas.
¿Cómo? Negociando entre bambalinas un nuevo pacto para mantener las trabas a las exportaciones de carne, pero habilitando paulatinamente -a razón de un 5% cada mes- nuevos embarques.
En los hechos, como ahora solo se puede exportar 50% de lo que se vendía en 2020 (con excepción de las cuotas arancelarias y ahora la carne kosher), esto implicaría mantener el comercio exterior de carne regulado hasta por lo menos mitad del 2022, pues bajo este esquema de ensanchar el cupo un 5% cada 30 días, se tardaría diez meses hasta recuperar por completo los volúmenes de negocios.
Ravettino -que representa a los frigoríficos exportadores más grandes y los que se adueñaron de 80% de los cupos de exportación definidos por el gobierno- volvió a reunirse con Kulfas el martes, a siete días de la fecha de extinción de este sistema, donde el Consorcio ABC salió mejor parado respecto de otros frigoríficos que habían comenzado a exportar más cerca en el tiempo, especialmente a partir de la gran demanda de carne barata desde China. A nivel industrial, los que más perdieron con esta historia han sido hasta aquí ese tipo de plantas, especializadas en la vaca conserva.
Para ir a ver a Kulfas y disimular un poco que hasta aquí ha sido el principal y casi exclusivo interlocutor del sector privado con el ministro de Desarrollo Productivo, el presidente del Consorcio ABC concurrió esta vez flanqueado por el titular de la Mesa de las Carnes, Dardo Chiesa, y también del coordinador del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), José Martins, quien se excusó de opinar sobre este asunto siendo como es el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En esa reunión, según pudo saber Bichos de Campo de diversas fuentes, Kulfas planteó que si por él fuera se respetaría el cronogramna inicial planteado el 20 de junio para regular las exportaciones. Esto es, que el 31 de agosto venza el sistema de cupos al 50% y que se mantendría la restricición a los siete cortes de consumo popular hasta el 31 de diciembre.
Pero también aclaró el ministro que existía una resistencia del ala más dura del kirchnerismo en el gobierno para acceder a desmantelar el sistema de cupos a la exportación. Incluso se habría mencionado a Axel Kicillof, el gobernador bonaerense, dentro de ese sector que quiere evitar una foto de conciliación con el campo unos pocos días antes de las elecciones primarias.
En ese contexto fue que la dupla Ravettino-Kulfas comenzó a barajar esta alternativa de ir habilitando a partir de septiembre las exportaciones a un ritmo del 5% mensual, pues esto permitiría dar una señal hacia ambos lados del mostrador. Los diarios kirchneristas podrían titular que “el gobierno mantiene el cepo a la carne”. Y los antikichneristas podrían decir que “el gobierno finalmente cedió y comenzó a desmantelar el cepo a la carne”. Todos contentos.
¿Todos contentos? Difícil que eso suceda, pues con las exportaciones sujetadas los que más han perdido hasta aquí -además de los frigoríficos que se especiallizaban en la vaca para China- han sido los productores. Un cálculo reciente realizado por la Fundación FADA determinó que los ganaderos resisgnaron estos tres meses unos 6.500 millones de pesos de facturación gracias a esta decisión del gobierno de Alberto y Cristina. A pesar de que los precios de la hacienda comenzaron a repúntar en las últimas semanas, para volver a los niveles previos al cierre de la exportación de mayo pasado, lo cierto es que la inflación acumulada desde entonces continuó horadando la rentabilidad de la actividad que sostiene todo el circo.
Al cabo de esta experiencia de intervención cárnica timoneada por Kulfas, en cambio, los veintipico de frigoríficos exportadores nucleados en el Consorcio ABC no han salido tan mal parados como puede parecer. Y es que no solo se les abarató la materia prima (durante las primeras semanas de veda muchos pudieron llenar sus cámaras de carne barata), sino que la suba de los precios de exportación está compensando buena parte de las menores ventas de carne al exterior.
El último informe del IPCVA sobre lel desempeño de las exportaciones en julio marca esta situación a la perfección. Dice que en julio pasado, comparando con igual mes de 2020, las exportaciones de carne en volumen cayeron 33,4% (debido a la vigencia de los cupos), pero que en realidad la facturación de los frigoríficos descendió bastante menos que eso (15,2%) porque los precios cobrados por la carne exportada subieron nada menos que 27,4% entre ambos periodos. China sigue impulsando una suba de la carne. Pero además, ayudó a esta recuperación la salida parcial de la Argentina.
Un mundo casi perfecto dentro de la tragedia de un país ganadero que cierra sus exportaciones de carne:
- Los socios del ABC obtuvieron el grueso de los cupos de exportación (por la fórmula elegida por Kulfas para repartirlos, que fue la past performance).
- Pero además mantuvieron otros negocios de exportación sin restricciones (como la Cuota Hilton, la Cuota 481 para feeedlos o la cuota americana).
- Pero además normalizaron su mayor problema hasta ahora que era la acumulación en sus cámaras de cortes del cuarto delantero (el pecho) con la apertura de una nueva cuota de 3.500 toneladas mensuales de carne kosher para Israel, que ahora 16 socios de Ravettino se repartirán en partes iguales.
- Pero además casi han sacado de competencia a los nuevos frigoríficos exportadoires y grupos de matarifes que habían comenzado a exportar carne a China, y que siguen sufriendo un recorte significativo de sus exportaciones al 50%, y que por lo tanto han perdido capacidad de compra en el mercado de la hacienda.
- Pero además han podido comprar en todo este tiempo miles de cabezas de ganado más baratas de lo que deberían haber valido de continuar habilitadas las exportaciones.
- Pero además zafaron de grandes castigos cuando la Aduana descubrió en abril que muchos de los socios del ABC utilizaban una posición arancelaria trucha para colocar buena arte de sus cargas de huesos con carne que iban destinadas a China.
- Pero además sacaron de la cancha con malas artes a otros jugadores “molestos” del mercado, que recalentaban las cotizaciones en el mercado de Liniers.
- Pero además Kulfas les prometió aplicar para 2022 el cuarteo obligatorio de las medias reses, lo que descolocaría a muchos frigoríficos consumeros que no tienen capacidad para hacerlo.
- Y otros etcéteras.
Puede resultar hiriente y lo lamentamos. Alguna vez desde Bichos de Campo hemos denominado a Kulfas como “empleado del mes” del Consorcio ABC y creemos no habernos equivocado. Esta nueva propuesta de ir habilitando paulatínamente un 5% mensual las exportaciones sigue siendo muy funcional a los intereses de ese grupo concentrado de frigoríficos.
Como sea, la acumulación de tanta evidencia mantiene en guardia a los dirigentes de la Mesa de Enlace, que en las últimas horas comenzaron a ser tentados por la dupla Kulfas-Ravettino para aceptar esta fórmula de apertura gradual del cepo. Las primeras reacciones han sido claramente negativas.
En declaraciones al diario La Nación, el titular de la Sociedad Rural Argbentina, Nicolás Pino, afirmó que confiaba en que el presidente Alberto Fernández (y su ministro Kulfas) iban a cumplir la palabra empeñada y liberar por completo las exportaciones de carne (al menos eliminando los cupos) a partir del 31 de agosto, como dice la resolución. Lo mismo hizo su par de Confederaciones Rurales (CRA), Jorge Chemes: “Nos oponemos a que se prorrogue. El 31 de agosto se tienen que reinstaurar las exportaciones porque el daño es cada día mayor”.
“Tenemos que ser respetuosos de la palabra del Presidente. Me lo dijo mirándome a mí, que si el precio se estabilizaba en diez días ‘levanto el tema de la exportación’. Ante los hechos que pasaron, que la carne subió un poco y se estabilizó, ¿por qué vamos a dudar de la palabra del Presidente?”, fue la frase exacta de Pino, en referencia a que a mediados de junio Alberto recibió a la Mesa de Enlace y les prometió justamente eso: que los cupos de exportación se iban a eliminar cuando los valores internos de la carne se calmaran. Ahora no le quedarían excusas para no hacerlo.
La carne, según datos oficiales, continuó subiendo muy fuerte en junio (cerca del 8%), pero después en julio se calmó (bajó cerca de 1%) por el impacto no solo del cepo exportador que obligó a los frigoríficos a volcar unas 30 mil toneladas adicionles (cerca del 15% de la oferta total) al consumo doméstico sino también por la malaria general que reina entre los consumidores.
Está claro, desde la mirada de los ruralistas, que el gobierno no tiene demasiados argumentos para prolongar este sistema de cupos tan dañino para los productores y acaso funcional para otros intereses más concentrados de la cadena.
Está tan claro como el agua… Salvo que existan otras motiviaciones para mantener este entramado de regulaciones. Quizás haya razones políticas o simplemente ganas de seguir peleando contra el campo. O quizás haya otra explicación que por ahora solo conocen Ravettino y Kulfas.
Por algo se fue Victor Tonelli!! El 5% es muy poco!! Por ño menos 20%/mes y en 5 meses normalizar