El presidente Alberto Fernández confirmó este viernes por la tarde que la cuarentena general se mantendrá hasta el 26 de abril sin cambios en las grandes urbes, pero adelantó que comenzarán a analizar cierta flexibilización de las restricciones “en una segunda etapa de cuarentena administrada” para ciertas regiones del interior del país, “donde no se registran casos y no tiene sentido mantener aislados”, expresó.
A su vez, anticipó que se permitirán algunas actividades como la de los talleres de autos o las gomerías. Y también funcionarán los bancos.
“A partir de mañana, el jefe de Gabinete (Santiago Cafiero) se contactará junto al ministro del Interior (Wado De Pedro) con cada gobernador. Y cada gobernador le dirá cuál es el pueblo que cree que hay declarar en cuarentena comunitaria. Le dirá qué actividad en su provincia puede llevarse a cabo”, informó Alberto Fernández sin mayores precisiones. Esta definición, de todos modos, alcanzó, para levantar altísimas expectativas en los pueblos rurales de todo el país.
“Vamos a focalizar lugares y actividades donde la cuarentena pueda ser aliviada. A cada gobernador que venga con una propuesta le vamos a pedir un protocolo de acción, de cómo se va a administrar esa cuarentena. Y las autoridades municipales serán las encargadas de hacer cumplir en ese protocolo”, agregó el presidente.
Justamente, en distintas localidades del interior ya se han venido implementando algunos protocolos “caseros”, que incluyen una serie de medidas sanitarias desarrolladas por cada municipio.
Por ejemplo, en Venado Tuerto (Santa Fe), con un pulverizador frutihortícola de la firma local Spray Assistance se están realizando aspersiones de agua clorada para desinfección como una medida de higiene urbana.
En Rauch (Buenos Aires) también se desinfectó este fin de semana. De hecho sus habitantes no pueden ni salir a la vereda desde las 0 horas del sábado hasta las primeras horas del lunes, por precaución ante los productos que se aplicaron.
Además ya se realizan fuertes controles de ingreso vehicular en las localidades de Tandil, Bragado, Alberti, 9 de Julio, Bolívar, Junín y Chivilcoy, entre otros distritos bonaerenses. En muchas de ellos, al igual que en las localidades de Emilio V. Bunge y Banderaló, del partido de General Villegas, se instalaron “arcos sanitarios” para la desinfección de todos los vehículos que ingresan. En estas dos últimas poblaciones fueron las cooperativas de servicios locales las que se ocuparon de su instalación, en acuerdo con el municipio y con la ayuda de los bomberos voluntarios de ambos pueblos. En Pehuajó, también se realiza desinfección de las mercaderías transportadas.
Pero en la ciudad de La Banda del Río Salí, en la provincia de Tucumán, no solo se controla y desinfecta a los autos. Sus protocolos van más allá. A punto tal que se hizo viral el “túnel de la desinfección” por donde todos los ciclistas y motociclistas deben pasar al ingresar al ejido. Al atravesar ese túnel son pulverizados con “desinfectantes inofensivos para los humanos”, explicó Marcelo Moreno, Secretario de Seguridad de esa ciudad.
En Teodelina, localidad del sur de Santa Fe, los accesos al pueblo también están controlados las 24 horas y hay instalado un arco de desinfección para los vehículos. Además se manejan con una restricción de circulación, que solo se permite de 8 a 15 horas. El dato de color es que el propio intendente sale a dar vueltas con un vehículo con parlantes en el techo emitiendo el himno nacional “para darle fuerzas a la gente”, según explicó.
Esta suerte de “toques de queda” pueblerinos ya se realizan también en Casares, Bolívar y Florentino Ameghino. En esta última localidad, “cuando a la tarde suena la bocina de los bomberos ya nadie puede salir de su casa”, explicó una vecina.
Por otro lado, los barbijos para circular en la vía pública ya son obligatorios en América, la ciudad cabecera del partido de Rivadavia, al igual que en Zárate o en las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, Misiones y Santiago del Estero. Hay varias localidades del interior de la provincia de Buenos Aires que en las próximas horas podrán sumarse, como por ejemplo Bolívar.
En Bichos de Campo ya dimos cuenta de la problemática que estaba trayendo la actividad camionera en el marco del transporte de granos. Atenta a esta problemática, la Municipalidad de Púan también desarrolló un protocolo propio que no dejó de tener algunas críticas, por lo exagerado.
No solo se le dan una serie de recomendaciones a los camioneros que viajan a los puertos para llevar granos (“dormir en la propia cabina”, “mantenerse aislados a todo momento”, no ingresar a estaciones de servicio ni paradores) sino que también a su regreso le exigen medidas similares a las de los turistas que regresan del país, como tratar de “permanecer en una habitación separada del resto de su familia”, “cumplir en lo posible con la distancia recomendada de no transmisión (2 metros) con sus familiares”, “no salir del hogar hasta el próximo viaje si no han transcurrido los 14 días de aislamiento”. Cosas así son las que establece el “Protocolo de Acción para Choferes de Camiones y Transportistas durante la Pandemia COVID-19” que publicó oficialmente el ejecutivo de esa comuna.
Tendrán entonces que ver Alberto y los gobernadores de cada provincia cuántas de estas ideas y protocolos servirán para justificar o no la apertura hacia a una “cuarentena comunitaria” anunciada.
Nota de la redacción: Esta nota se realizó con la colaboración de los colegas Alejandro Guerrero, Pedro Ibáñez, Mónica Gallo, Ciriaco Torres, Carlos Bodanza, Sofía palacio, Hernán Laborde y Rodolfo Bianchi.