La molienda argentina de soja, según el último dato oficial disponible, fue de 1,554 millones de toneladas en febrero pasado versus 1,884 millones en enero de este mismo año.
En enero y febrero de 2022 ese indicador había registrado 2,517 y 2,643 millones de toneladas respectivamente, mientras que en los dos primeros meses de 2021 había sido de 3,228 y 2,855 millones.
Con el derrumbe del procesamiento interno de soja, producto del desastre climático y alteraciones comerciales provocadas por el régimen del “dólar soja”, el uso de la capacidad instalada de la industria aceitera en febrero pasado fue de apenas un 26%.
Se trata del nivel más bajo de la historia en términos comerciales, dado que el bajón de actividad registrado a fines de 2020 se debió a una huelga sindical de trabajadores portuarios y transportistas que paralizó por entonces la posibilidad de transportar y embarcar granos en el país.
“Estamos en el peor registro de Índice de Utilización de Molienda de Soja de los últimos años”, explicó Ciara en el último informe mensual difundido este martes. “La capacidad ociosa de la industria ha llegado ahora a un 74%”, añadió.
El informe además señala que los márgenes operativos de molienda de soja se mantuvieron en terreno negativo en el primer bimestre de 2023.
“El dato más importante a destacar es la desmejora que han tenido los márgenes de molienda en las últimas tres semanas de marzo pasado, con números negativos en un rango de -12, -30 y -40 u$s/tonelada” para las distintas posiciones de embarques, apuntó el informe de Ciara.