La campaña argentina de girasol 2024/25 terminó con un récord histórico de 4,7 millones de toneladas, una cifra 30,6% superior a la del ciclo pasado, gracias al avance tecnológico que viene registrando el cultivo en muchas zonas no tradicionales.
“Se sembraron 2,05 millones de hectáreas, un 10,8% más que la campaña previa, ubicándose como la segunda superficie más alta en la serie”, destaca el informe de cierre de campaña de girasol publicado hoy por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“El período crítico se desarrolló con buena oferta hídrica y por fuera de los meses atravesados por estrés térmico e hídrico durante la temporada estival. Y a pesar de los temporales relevados hacia el final del ciclo, el rendimiento promedio nacional se posicionó en 23,4 qq/ha, marcando un nuevo récord histórico y superando en 1,2 qq/ha al anterior máximo, registrado en el ciclo 2014/15 (22,2 qq/ha)”, añadió.
Las dos zonas que registraron los mayores rendimientos fueron norte de la zona núcleo pampeana y norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires con un rinde medio de 28,3 qq/ha, seguido por centro-norte de Córdoba con 27,6 qq/ha y Cuenca del Salado con 26,2 qq/ha.
El avance del girasol en las zonas no convencionales, como la zona núcleo pampeana, Cuenca del Salado, Córdoba y San Luis es lo que permitió lograr el récord de producción histórico.
“El aumento del volumen de producción generaría que la economía argentina reciba un 53% más en comparación con la campaña anterior, con un total de 2042 millones de dólares. También aportaría 478 y 1521 millones en términos de recaudación fiscal y exportaciones, aumentando 144 y 68 millones respecto al ciclo previo”, apuntó el informe.