La cadena de producción, industrialización y comercialización de la soja, Acsoja realizó este jueves en la ciudad de Rosario su seminario en el que diferentes actores dialogan y muestran novedades, indicadores, aspectos comerciales, y también resultó en este caso vidriera para candidatos a la presidencia como Juan Schiaretti y el asesor de Patricia Bullrich Willy Bernaudo.
En ese contexto, el presidente de la cadena, llamada Acsoja, Rodolfo Rossi, exigió en su discurso de apertura que se eliminen de inmediato desde el primer día del próximo gobierno los derechos de exportación, además de otros requerimientos que harían que el cultivo vuelva a tener el protagonismo de antaño.
Según Rossi, el declive de los últimos años de la oleaginosa tiene que ver con esto, las retenciones: “Desde 2016, los altos impuestos a la exportación, impuestos al precio, y principalmente en relación con otros cultivos, han generado una dramática reducción del área de siembra, menor uso de tecnología y reemplazo de superficie por otros cultivos. Si bien es evidente y positivo que se han visto favorecidas las rotaciones que son la base de la sustentabilidad del complejo, en definitiva no ha crecido el área total de los principales cultivos, habiendo maneras de poder crecer sustentablemente”, argumentó el representante sojero.
A su vez, el presidente de Acsoja recordó lo que este complejo representa, ya que de manera directa e indirecta el complejo soja “emplea más de 350.000 personas, está presente en 15 de las 22 provincias, reúne a más de 60.000 productores, comercializan 4.000 plantas de acopio y cooperativas y genera un clúster que da gran actividad en el transporte, la metal mecánica y actividades afines” según sus datos.
En ese sentido, Rossi aseguró que como resultado de estos obstáculos, se reducen las inversiones y el número de los programas de mejoramiento de soja: “En 2022 se alcanzó el récord de registro de nuevos cultivares, motivado por una nueva tecnología de tolerancia a herbicidas. Ya nos vamos quedando atrás de los países competidores”, aseguró.
Puntualizando en el obstáculo que generan los derechos de exportación que se aplican sobre la soja y la exportación de sus subproductos, el directivo analizó: “Argentina tiene capacidad para aumentar el área de siembra de manera sustentable, con tecnologías ya desarrolladas, y las por venir, y mejorando los rindes unitarios de todos los cultivos. En este sentido la cadena de soja, está focalizada en revertir la tendencia negativa de estos años”.
Luego de esto, Rossi disparó: “Con la continuidad de las políticas actuales, será imposible lograr resultados positivos en esta ecuación. Por ello se han fijado prioridades para un nuevo momento, que se han expresado frente a las potenciales autoridades que asumirán en un nuevo gobierno. Es imperioso un cambio en el asfixiante sistema impositivo, y en lograr un tipo de cambio único. Los programas llamados Dólar soja, han hecho un daño profundo en la cadena, afectando la confianza y las herramientas del mercado”.
“Las mal llamadas retenciones, una verdadera exacción, que ni en la paupérrima cosecha actual se han dignado reducirlas, son el principal freno al crecimiento de la soja. No hemos encontrado un compromiso futuro cierto, y en tiempo y forma frente al tema en muchos de los candidatos. Todo es un depende, cuando consideramos que es un factor fundamental frente a las expectativas de encauzar al país en la senda exportadora, y que contribuya a aumentar la torta y reducir la pobreza en este país”, sentenció Rodolfo Rossi.
Es por esto que el dirigente sojero alertó por la fertilización del cultivo e insistió en volver a pensar en esta práctica, que hace unos años no era tenida en cuenta. “Tenemos que retomar el camino de la fertilización. Para la correcta reposición de nutrientes y para el rendimiento, es indispensable”.
A su vez, desde la cadena de la oleaginosa se hizo mención a los mercados compradores y sus exigencias, como las que mantiene la Unión Europea de comprar productos importados libres de deforestación: “Frente a las nuevas exigencias regulatorias de la Unión Europea, sobre productos fitosanitarios, que pueden causar consecuencias negativas , afectando herramientas indispensables para la producción argentina, queremos destacar el trabajo publico privado con argumentos sólidos y diplomacia acorde al desafío”.
Empero, el directivo de la cadena manifestó que el tema actual es la nueva regulación de la UE sobre soja y carne, libre de deforestación: “Destacamos que el sistema productivo argentino y, especialmente el complejo sojero, cuenta con fortalezas y compromisos. Tal el caso de la Ley de Bosques, sistemas de monitoreo de flujos de soja como el ViSec, los sistemas que evidencian el riesgo en el uso del suelo promoviendo la biodiversidad del planeta, un programa de Carbono Neutro y un programa de buenas prácticas agrícolas”.
Asimismo, Rossi recordó algunos de los indicadores de la cadena sojera: “Tratando de dejar en el olvido la sequía de la campaña pasada, en la que perdimos más del 50% de la producción de soja estimada, quiero significar el perfil que tienen las exportaciones del complejo agroindustrial argentino, que de acuerdo al INDEC 2022, el cual representó el 65% de las exportaciones del país, siendo la soja el principal complejo exportador, con el 28.1 % del total, sumando 24868 millones de dólares”.
“La soja cumple 22 años como principal complejo exportador del país, manteniendo en los últimos 26 años, el primer lugar en las exportaciones mundiales de harina y aceite de soja, siendo el tercero en exportaciones de grano y manteniendo una posición relevante en el mercado del biodiesel”, enumeró el directivo sojero, a la vez que alertó por la capacidad instalada y ociosa de la industria.
Sobre eso, actualizó: “Más del 85% de la producción de soja se exporta. Las plantas de crushing y extrusados podrían industrializar 70,4 millones de toneladas por año. El uso de la capacidad instalada activa de la industria viene cayendo y la misma alcanzó el 61% en 2022. Hoy estamos con la mayor cifra histórica en ociosidad”.