Nunca más apropiada una definición. ¿Qué significa “meter violín en bolsa”? Nos dicen una rápida búsqueda que se trata de “abandonar un propósito, callarse la boca, dar por terminada una conversación y llamarse a sosiego”.
Nunca más certera una definición. Guardar silencio y llamarse a sosiego es lo que hicieron los funcionarios que esta jueves enviaron sus saludos por el 136° aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Podría decirse perfectamente para sintetizar que el presidente Alberto Fernández y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, metieron “Vicentín en bolsa”.
Aunque ahora abortado, el intento de intervención y hasta de expropiación anunciado a fines de junio por el presidente Fernández de la principal empresa aceitera de la provincia dirigida por el gobernador Perotti era un trago incómodo para ambos. La crisis de Vicentín, que dejó un muerto impagable de 1.350 millones de dólares en diciembre de 2019 e ingresó en convocatoria de acreedores en febrero de este año, es un tema candente en todos los ámbitos vinculados al comercio de granos. La BCR es el escenario mayor.
¿Cómo no hablar del asunto? Si tanto el presidente Fernández como el gobernador Perotti fueron protagonistas centrales del proyecto oficial de nacionalización de la empresa aceitera que hasta el año pasado era la 6° exportadora de granos del país. Tanta era la importancia de Vicentin, que fue es empresa la que colocó al ex presidente de la Bolsa de Comercio rosarina, Alberto Padoán.
Pero nada de nada, che, ninguna mención. Signo de los tiempos y de la decisión del gobierno de abandonar por completo ese proyecto de intervención. “Vicentín en bolsa” y a otra cosa.
Daniel Nasini, actual presidente de la BCR luego del paso de Padoán, sí hizo mención al asunto en el marco de una pseudo entrevista que le hicieron para compensar la falta de un acto formal debido a la pandemia. “Sin ninguna duda el tema (por Vicentín) está causando un alto impacto en la cadena de comercialización. Es un tema que abogamos que se resuelva dentro del marco legal vigente, es decir dentro del concurso de acreedores. Fue un golpe muy importante (para el mercado de granos), pero creemos que ese tipo de problemas se resuelve con institucionalidad”, remarcó. Todo dicho.
En coquetos y amistosos saludos grabados, Alberto y Perotti, que enfundaron la mandolina de la expropiación primero y de la intervención después, no hicieron ninguna mención al asunto. Ya fue, dirían los pibes.
El presidente envió un saludo muy cordial y breve. Dijo allí que el contexto era dificial por los condicionamientos que le ponían al gobierno la renegociación de la deuda y la pandemia. Pero a la vez dijo que se trataba de “un contexto auspicioso porque nos permite pensar en un futuro que debemos construir entre todos nosotros y seguramente con otras reglas”. En ese punto, llamó a dejar de lado las diferencias como las que surgieron en torno a Vicentin: “El sector privado debe unir sus esfuerzos con el Estado para que todos aprovechemos lo mejor de cada uno”, remarcó.
A salvo de los cruces presenciales, Nasini pudo dejar instalados un par de reclamos pendientes del sector agroindustrial para la nueva agenda. Apuntó que en la próxima etapa de recuperación de la economía, “la producción agropecuaria y de alimentos va a verse potenciada, pero necesitamos marcos legales y regulaciones que duren en el tiempo y sean permanentes, que no sean cambiantes”.
En este punto, aunque sin mencionar tampoco las gestiones del flamante Consejo Agroindustrial que también integra la BCR, el directivo empresario pareció respaldar la sanción de una ley de promoción de las exportaciones del sector con mayor valor agregado. “Tenemos que mirar un horizonte de baja de retenciones, porque son impuestos muy distorsivos y porque necesitamos un marco impositivo que ayude a las inversiones”, reclamó.
Otro de los puntos que remarcó como pendientes tiene que ver con la próxima licitación de la Hidrovía que vence en abril de 2021. Nasini abrió el paraguas contra aventuras temerarias de parte del gobierno con un tema tan sensible y recordó que habían realizado un estudio “para determinar los nuevos términos de referencia que tiene que tener la Hidrovía”. En ese sentido, manifestó el deseo del sector de que se reduzca el peso del peaje a valores que tienen otros países que compiten con la Argentina.