Diego Napolitano, presidente de Cedasaba, la cámara que reúne a los distribuidores de insumos y semillas en la provincia de Buenos Aires, no tiene reparos al mostrar su postura frente a los debates que rodean a la Agenda 2030.
“Para mí termina siendo publicidad, un bluf europeo que creo que no tiene sentido”, calificó en una charla con Bichos de Campo, al tiempo que defendió a la producción local.
“Nosotros producimos alimentos de manera responsable, punto y aparte. Hoy por hoy creo que cada país es autónomo en sus decisiones, cumpliendo ciertas reglas normales y civilizadas. Escuchar imposiciones no me gusta, mas cuando uno está haciendo las cosas bien”, sostuvo.
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¿Pero estamos realmente haciendo las cosas bien? Para Napolitano, la respuesta es un rotuno sí.
“A veces se critica a los entes estatales, pero Senasa está al nivel del mismo organismo americano, australiano, brasilero, tienen los mismos estándares de calidad. Para que un fitosanitario sea aprobado tiene que ser bajo en suelo argentino y con todas las normas internacionales. El agua hace bien. Ahora, si me tomo 20 litros de golpe, seguramente me va a hacer mal. Esto es lo mismo. Si uno respeta lo que dicen los científicos no tendría por qué siquiera preocuparse. El tema pasa por el respeto también. Nosotros debemos no solo respetar las leyes sino hacerlas cumplir. Y somos muy responsables, por lo menos desde la Cámara y nuestros asociados”, afirmó.
-Pero a veces hay macanas que salen a la luz y estigmatizan a todo el sector.
-Claro, ese es el problema. Es la mala prensa. Cualquiera le parece que tiene derecho a decir cualquier barbaridad. Yo estoy de acuerdo con la libertad de opinión. Ahora, cuando eso se convierte en un libertinaje, opinando de cosas que no se sabe. Es complicado porque se está hablando de un sector que además es muy competitivo y está hiper controlado.
-¿Das fe de eso? ¿Senasa controla?
-Senasa controla. Nosotros estamos dentro de la cadena de producción de alimentos. Recordemos que la gran explosión mundial en población se debe gran parte gracias al campo. Son más de 500 millones de productores, no creo que 500 millones de productores al mismo tiempo estén haciendo las cosas mal.
-Los europeos predican una agenda que reduce cada vez más el uso de agroquímicos, y es tan exigente que incluso se han rebelado sus propios productores. ¿Se puede reducir tan drásticamente la dependencia de los insumos químicos?
-La respuesta clara es no. Fijate los líos que tiene con los productores alemanes, los productores franceses. La nueva palabra linda es biológico, bioinsumo. Eso no te da el volumen que necesitás. Ppero ni siquiera vayamos al volumen. No hay controles y cuando no hay controles también ahí tenés un problema. Siempre hablando de hacer las cosas bien dentro de los parámetros que están impuestos por organismos estatales. Si uno cumple con eso, uno está cumpliendo con la ley, ni más ni menos.
-Se te nota muy seguro. Ahora, ¿debemos trazarnos como Argentina, sin oír las imposiciones que nos llegan de afuera, una agenda hacia la sustentabilidad? Y en todo caso, ¿cuál sería la prioridad?
-Creo que estamos en ese camino. Senasa está trabajando muy bien en lo que es trazabilidad. Me parece que es un tema en el cual hasta implica mucha inversión por parte del mismo distribuidor. Un producto (fitosanitario) que nace en China, porque casi el 90% viene todo de ahí, ya sea de grado técnico como formulados, debe tener toda la trazabilidad hasta su aplicación en campo. Eso es un camino y nosotros estamos siguiendo esa agenda de manera responsable. Los primeros que quieren hacer las cosas bien somos nosotros, porque después vamos al bar de la esquina y no nos gusta que nos estén señalando con el dedo.