Luego de que los rumores inundaran el mercado local de granos, la aceitera Vicentín confirmó que “ha iniciado un proceso de reestructuración de pagos a partir de una situación de estrés financiero que afecta actualmente a la empresa”. Según indicadores del sector financiero, la compañía de capitales nacionales, una de las diez grandes exportadoras agrícolas del país, habría acumulado un pasivo de 23.000 millones de pesos que ahora buscará refinanciar con los bancos. La mayoría de ese pasivo es con los bancos oficiales.
El temor se había apoderado de los operadores del mercado de granos y de muchos productores que son proveedores habituales de la aceitera con sede principal en la ciudad de Avellaneda, en el norte de Santa Fe, cuando la empresa dio a conocer un comunicado sincerando la situación.
“Vicentin lleva invertidos más de 900 millones de dólares en la actividad productiva en el país en los últimos 10 años. Esas inversiones efectuadas en sus plantas de molienda, biodiesel, etanol y en los puertos para promover la logística operativa han tenido un correlato positivo en el aumento significativo de las toneladas de molienda y exportación pero se han visto negativamente afectadas por un contexto de crisis recurrentes, aumento de tasas de financiamiento, cierre de mercados y el incremento permanente del costo argentino”, indicó ese escrito.
Según algunas fuentes, el desenlace fue provocado por la situación de default general en que ingresó la economía argentina luego de sucesivas devaluaciones desde 2018, y que impidieron que las empresas de capitales locales pudieran seguir refinanciando sus pasivos en el exterior, como lo venían haciendo. Vicentín, junto a AGD, ACA y Molinos Agro, son agroexportadoras de capital nacional, a diferencia de Bunge, Dreyfus, Cargill u otras que pueden financiarse de sus casas matrices.
“Estamos evaluando distintas alternativas y trabajando para poder cumplir los compromisos adquiridos, somos una empresa familiar que ha crecido y generado oportunidades a partir del apoyo de sus trabajadores. proveedores y de las entidades financieras que en distintas etapas han acompañado y apoyado a la empresa, confiamos en continuar contando con ese apoyo para resolver de manera exitosa la circunstancia que nos toca transitar”, señaló el grupo Vicentín en su comunicado.
En materia agrícola, Vicentín posee varias plantas industriales con una importante capacidad de almacenamiento y moliendas. A través de su propia Terminal de Embarque localizada sobre el Río Paraná, comercializa al mercado internacional lo producido en todas sus plantas. En 2018, según datos oficiales, se ubicó como la sexta exportadora de granos y subproductos del país, con un volumen de 6,3 millones de toneladas.
También participa el proceso de refinado y posterior envasado de aceite comestible, tiene hilanderías y desmontadoras de algodón, una fábrica de biodiésel, un enorme feedlot, una bodega y hasta participa ene l negocio lácteo con la compra del negocio de postres y yogures de SanCor.