El presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Juan Balbín, informó que dentro de dos meses el organismo fijará sus nuevos planes de trabajo para los próximos cuatro años, poniendo énfasis en la interacción con el sector privado para resolver problemas concretos de los productores.
“Modificamos la carpeta programática y estamos a dos meses de tenerla completa para los próximos cuatro años. Esto cambia la lógica de cómo decidir la investigación en el INTA, enfocándola en resolver problemas”, indicó Balbín en una entrevista con Bichos de Campo.
En esa mutación, según explicó el funcionario, “dejaremos parte de la cartera (de proyectos) acotada a lo que significa la investigación en temas de mediano y largo plazo, tales como la biología. Los resultados no serán vistos pronto, pero guardan proyección a futuro” en esos territorios, aclaró.
Escuchá lo que dijo Juan Balbín:
Según el presidente del INTA, desde esta nueva visión más pragmática que tendrá el organismo agrotecnológico, se trabajará “detectando problemas y midiendo su impacto, aportando a la agroindustria con las investigaciones”.
Puso como ejemplo el avance del HLB, la más temible enfermedad que enfrentan los productores de cítricos de todo el planeta, que desde hace unos años también está presente en la Argentina. “Es uno de nuestros desafíos más grandes. Por eso trabajamos en conjunto con la Estación Experimental Obispo Colombres en Tucumán, y a nivel internacional, enviaremos un becario a Estados Unidos para poder interactuar en red, ante el desafío de combatir esta enfermedad. En el país hasta ahora establecimos barreras de control, demorando el avance de la enfermedad en Misiones, en donde tuvimos algunos focos. Pero en Bella Vista (Corrientes) ahora estamos trabajando con un biocontrolador del vector de la enfermedad”, que es un insecto, explicó Balbín.
La intención del INTA, según su presidente, es el de “mutar de un instituto de investigación a uno de innovación, lo que implica interactuar más con la parte privada y con los estudiantes que están terminando sus carreras de posgrado”.
“Ya tenemos grandes avances. Por ejemplo en Balcarce, donde insertamos una universidad dentro de la Experimental del INTA. Queremos ampliar mucho más este concepto de cómo interactuar con quienes se estén recibiendo y darles la oportunidad de un contacto directo con investigadores de primera línea”, insistió el funcionario, que es productor y llegó a la función publica desde las files de AACREA.
Respecto de la necesidad de ser más eficiente y reducir el gasto público, tal como el propio Balbín manifestó en septiembre pasado en una entrevista publicada en Infobae, el titular del organismo explicó que “es lógico que tengamos una base importante en salarios (en el gasto) porque así se sostiene la investigación en el INTA”.
“Mientras tengamos cubiertos los salarios y los insumos para producir e investigar, estaremos activos y con mucha demanda, generando a su vez, un desafío en la parte privada, para hallar aportes y puntos de contacto en común”, evaluó.
En ese sentido, Balbín destacó que un tercer cambio positivo de la actual gestión es “haber ordenado concursos y emprolijar la estructura del INTA”.
El presidente del INTA, por último, se mostró orgulloso de haber recibido en nombre del organismo “el premio a la mejor patente de Latinoamérica por una investigación sobre anticuerpos monoclonales contra rotavirus. Es un nanoanticuerpo de un camélido que cura los retrovirus de las diarreas infantiles humanas y de bovinos o de rumiantes. Con esto marcamos el espectro amplio sobre el que estamos trabajando. La clave es quitar trabas a la producción”, describió.
Como ex investigador del INTA y ex profesor universitario, en la temática suelo y riego celebró que el INTA retome la senda de la relación con el sector privado.