El caballo cuarto de Milla nace de una necesidad, nos cuenta José Ignacio de Mendiguren, presidente de la asociación Criadores Argentinos de Caballos cuarto de Milla (CACCM). “Los colonos ingleses necesitaban conquistar el oeste de Estados Unidos, y con los pura sangre ingleses no podían hacerlo. Imagínense que necesitaban un caballo que pudiera cruzar montañas y desiertos. Por eso se cruzó el pura sangre inglés con el caballo nativo americano, que es una mezcla del español con el francés. Así nació el caballo cuarto de Milla”.
Lo nombraron así, Cuarto de Milla, porque es el caballo más rápido en los 400 metros, y de esta categoría se dividen dos lineas bien diferenciadas de acuerdo a De Mendiguren: “Una es la de carrera, en donde se compite en carreras cortas en hipódromos, y la otra es el usado para trabajo en el campo”.
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De Mendiguren, que también compone la comisión directiva de AQHA (American Quarter Horse Asociation), con sede en Texas, Estados Unidos, dijo que “en Argentina está muy de moda la cuadrera o carrera corta, en donde, al no haber circuito oficial, no hay estadísticas. Así se complica vender un servicio de un padrillo si no sabemos cómo rindió el animal. Por eso estamos trabajando en un proyecto con los norteamericanos, para oficializar esa carrera en hipódromos, porque los carreristas necesitan estadísticas de tiempo y rendimiento”.
La asociación argentina cuenta con un padrón de 330 socios y hay criadores en todos los rincones del país. En cuanto a sus objetivos, de Mendiguren explicó que “no nació de buenas a primeras, como un negocio para vender”.
“Siempre se nace de la pasión de tener caballos de pedigree en el campo. Ninguno gana dinero criando caballos. De hecho, creo que más bien perdemos dinero. Por eso estoy convencido de que el motor es el de la pasión, y cuando se quiere mejorar la manada, se averigua mas acerca de la raza. Si no hay pasión detrás de criar cuarto de Milla, esto no tendría sentido”, aseguró.
El presidente de la CACCM recordó la ley 17.117, de Fomento Equino, cuyo artículo 2, que contemplaba la exención impositiva a las operaciones comerciales en la primera venta, se derogó por decreto presidencial. “Que nos derogaran eso fue un golpe durísimo para nosotros, porque la industria equina, a nivel ventas, no influye en nada. Y encima, mientras la hacienda en pie se vende al 10,5% de IVA en todo el país, nosotros debemos vender caballos recargando el 21% de IVA al valor de venta, y encima pagar Ganancias”, se lamentó.
Y agregó que “estamos trabajando para tratar de retomar ese proyecto. No es que no queramos pagar más impuestos, sino que pretendemos desarrollar aún más la industria equina, y en esto la Argentina tiene gran potencial. Estamos en discusión con el senador Pinedo, para llegar a un acuerdo que nos permita tener una nueva ley que fomente el mercado e industria equina. Dudo que salga algo este año, en escenario electoral”.