En pocos días comienza la cosecha gruesa en el norte del país, el únto cúlmine de una campaña con proyecciones de 53.1 millones de toneladas para la soja, según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. El volumen marcaría un escenario bastante positivo para los contratistas -que levantan el 80% de la cosecha- si no fuera porque tienen que lidiar con los productores por el precio que quieren pagar por sus servicios y también por la falta de créditos.
El año es complicado. El aumento de las retenciones que aprobó el presidente Alberto Fernández de la noche a la mañana, que hasta ahora las ubican en el caso de la soja en 30% y en 12% para el maíz, impactó de lleno en el precio que el productor paga por la recolección.
“Estamos ante una buena cosecha pero con incertidumbre en lo que respecta a los valores. Si bien hoy está sostenido lamentablemente no podemos pensar que se mantengan con los cambios constantes y la actualidad económica del país”, señaló Jorge Scoppa, presidente de la Federación de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), en diálogo con Bichos de Campo.
Como si fuera poco, la oferta de créditos en pesos para que los contratistas puedan hacer sus inversiones, tener nuevas tecnologías y así aumentar la competitividad y la capacidad de trabajo, casi no existe. “Los números del contratista no están bien por el tipo de cambio y las inversiones nuestras son en dólares. No vamos a poder invertir sino tenemos crédito. Por más que tengamos una buena cosecha va a servir de transición y amortizar las cuotas, pero no para nuevas inversiones”, comentó Scoppa, invitando a la banca privada a ampliar y pesificar sus carteras crediticias.
En la próxima edición de Expoagro, entonces, los bancos tendrán que mostrar toda su artillería para que la mega muestra del campo atraiga a este tipo de cliente, que es ni más ni menos quien hace sonar la campana de las empresas de maquinaria agrícola ante una venta.
“El contratista necesita que vuelva el crédito del Banco Nación por sobre todo, que subsidie la tasa. El Estado recauda entre 6 y 7 mil millones de dólares por retenciones al campo, y debería devolverlo a través del banco”, pidió el titular de la Federación.
“El contratista es el último eslabón de ajuste y Facma está en contra de estos impuestos distorsivos”, así se refirió Scoppa en relación a las retenciones. Pero a su vez, dio a conocer quienes en el sector agropecuario son más aguerridos en la disputa de si pagar un quintal más o no por el servicio prestado.
Para sorpresa de algunos y para confirmación de otros: “El problema son los grandes pooles de siembra o grandes establecimientos que son los que más te pelean el precio, sobre todo al final de la cosecha. Y los grandes contratistas trabajan muy por debajo de las tarifas”, reveló el presidente de Facma.
Actualmente el valor de la tarifa orientativa por el precio de la cosecha de soja 19/20, según AgroContratistas, va desde los 74 dólares a 89, dependiendo un rendimiento estimado entre 28 y 40 quintales la hectárea.
En Argentina, los contratistas rurales son responsables de más de 60% del componente de labores de la producción granaria, y sobre todo en los últimos años ha tenido un auge, y lo va a seguir teniendo, ya que para amortizar equipos de gran porte se necesita un gran número de hectáreas, por lo que no es la mejor opción económica para un productor pequeño o mediano tener su maquinaria propia también.
Según Facma, el promedio de antigüedad de las maquinas es de 10 años. “No tendríamos que superar los 7 años, pero si seguimos así va a haber un estancamiento que se va a notar en el futuro”, advirtió Scoppa.
Ja ja me hacen reír dicen eso después en las reuniones no se puede hablar del tema!!! El único sindicato donde todos hacen lo que se le canta las pelotas y la mitad terminan fundidos….