“Como dice mi viejo, los Castellano vivieron, viven y vivirán del campo. Así que, por más que ahora esté más dedicado a mi profesión de piloto, cuando me retire ya sé qué voy a hacer”, relata Jonatan “Pinchito” Castellano, hijo del tricampeón de Turismo Carretera de los años 80s, Oscar “Pincho” Castellano. Y agrega: “En el verano nada de pileta sino acompañar al viejo a la cosecha, al campo, ahí la pasábamos”.
La charla, amena, se dio durante la grabación del último capítulo de El Podcast de tu Vida (capítulo 105). También hablamos de la importancia de estar acompañado psicológicamente en deportes tan unipersonales como el automovilismo (aunque cuenta para cualquier deporte hoy): “Hubo un año, 2022, que antes de salir a correr la final del Turismo Carretera quise abandonar todo y volverme a Lobería, ese mismo año, después de arrancar a trabajar con una psicóloga deportiva, terminé saliendo campeón del Turismo Nacional, la transformación fue tremenda, volví a disfrutar de lo que más amo, correr”.
Jonatan nació en Lobería. Cuando tenía dos años, vio a su padre ganar el primer campeonato. Algo que se repitió en 1988 y 1989 (los dos primeros años con Dodge, la última con Ford). De pibito vivió esa efervescencia y posterior retiro del “Pincho”. Jonatan se acuerda que a los seis años pudo ver el último podio de su padre. Probablemente esa pasión que ofrecían los fanáticos vitoreando el Pincho lo haya motivado para ser corredor de autos. Hasta hoy, cosecha dos campeonatos nacionales: uno en TC Pista en 2005 y el de Turismo Nacional en 2022.
También recibió de su padre el amor por el campo, al que recuerda ir de purrete a la cosecha, andar entre máquinas, palear silo y manejar el tractor.
Hablamos del legado padre-hijo, ser el “hijo de…”, y de cómo se fue acomodando a trabajar con su papá, tanto en el auto como en lo del campo (aunque el campo, por ahora, es más cosa “del viejo”. Ese legado generacional se da mucho en empresas agropecuarias. “De chico me hizo pasar por todos lados, desde palear el silo hasta llegar a manejar el tractor, justamente, aprendí a manejar con él al lado, en un tractor”, contó “Pinchito”. Pasen y lean…
-Vos sabés que yo me acuerdo, de una foto que creo salió en EL GRÁFICO, de tu viejo subido a un caballo, unas vacas holando atrás, algo de ganado de carne y la naranja mecánica, creo era la Dodge.. creo era el año 1983. Seguramente ni habías nacido en esa foto vos, pero arranquemos cronológicamente, ¿Qué te acordás de pibito del campo?
-Bueno, esa foto, recuerdo de verla de grande, no había nacido yo. Seguro era 1983 porque tenía el número 6 el auto. Fue su segundo o tercer año dentro del TC. Del campo recuerdo de siempre acompañarlo al viejo, desde chico, yendo en época de cosecha, pleno verano. ¿Pileta? No, era ir a la cosecha, al campo.
-Siempre me gusta preguntarles por olores, sabores, de esos tiempos… en tu caso, puede ser de campo o puede ser de “taller”, no sé si ibas al taller donde atendían el auto del Pincho.
-Y de esa época, fuerte, las pastillas para los peludos. Recuerdo caminar el campo con el viejo, ir con la botellita de aluminio donde estaba lo que le ponía. Y buscando las cuevas. Ese olor no me lo olvido más. Cuando voy al campo y veo cuevas de peludo parece que lo estoy sintiendo todavía.
-¿Llegaste a trabajar en el campo? Subirte a las máquinas y todo eso…
-A trabajar, en cuanto la cosecha, siempre se trabajó con contratistas. No me tocó estar arriba de las máquinas. Más que ir a controlar, o estar en el tractor para dar una mano con algo que falte no hice. Más allá de palear el silo y estar arriba del tractor, pasando por todas las áreas, para ir aprendiendo. Y sí, recuerdo lindo tengo de que cuando empecé a manejar fue arriba de un tractor. La primera vez. Un 34. Ir con mi viejo al lado, que me decía de soltar despacio el embrague, que se escapaba, y pegaba el cabezazo…
-¿Qué es lo que hoy te gusta de cuando vas al campo?
-Hoy voy menos, porque estoy más en las carreras y el taller. Está más el viejo encima. También tenemos venta de agro insumos. Hoy disfruto cuando voy al campo del trabajo que se hace cada vez que voy. El crecimiento del cultivo también me llena.
-¿Qué legado recibiste de tu viejo?
-Mucho, mucho. Tengo su camino, ese es su legado. Cómo manejarme en el campo, en el automovilismo y como persona. Esa es la mejor herencia.
-¿Qué hacen hoy en el campo?
-Es un campo agrícola-ganadero. Básicamente engorde. Y agricultura, algo de papa, pero siempre tercerizado. Tenemos muy cerca una de las industrias importantes. Es una zona muy de fina, trigo y cebada, también girasol y maíz, y, por supuesto, soja.
-¿Y tu viejo sigue metiéndole duro y parejo al campo?
-Si, el viejo dice que va a seguir firme hasta que yo me retire del automovilismo. En un momento, era una excusa, que a los 70 iba a hacer nada más que ganadería… está por cumplir 76 y sigue con todo… no afloja… Es como “Los Chalchaleros” … “una cosecha más, una cosecha más…”. Y así fueron pasando seis años. Él es un apasionado del automovilismo y del campo, sin dudas.
-¿Vos cuando te retires tenés idea de manejar todo eso? Estar más en el campo…
-Si, por supuesto. De hecho, el dicho del viejo es “los Castellano vivieron, viven y vivirán del campo”. Eso está más que firme.
-Bueno, ahora te llevo para atrás en el tiempo. ¿Qué te acordás vos de haber crecido en una familia de corredores de auto?
-Me acuerdo muy claro el podio del viejo. Y otra de las imágenes es de cuando gana el campeonato “Lalo” Ramos en 1994. Que era una carrera en lluvia, llega a la última curva, llega a la meta y se choca las gomas. Impresionante definición. Yo estaba solo en la habitación de mis viejos. Mis viejos en la carrera. Tuve mucha emoción por ese campeonato de Lalo.
-¿Y cuándo vos decidiste ser corredor? ¿Hubo un momento? O fue un camino… ¿Tenías un plan b?
-Arranqué en karting a los 10 años porque corría un amigo, como una diversión. Hice cinco años. Después hice Fórmula Renault 3 años. Después empecé a desearlo como forma de vida. A los 15 años mis cartucheras tenían todos Dodge dibujados, después, ya terminando la secundaria, hay que empezar a enfocarse, cuál es el camino. Como siempre, tenía el campo en el radar, pero pensando en el campo. Empecé a estudiar ingeniería mecánica por si no funcionaba lo de ser piloto. Y justo tenía que rendir para promocionar cuatro materias y me tocó justo cuatro fechas de TC Pista (N de la R: el TC Pista es el “semillero” del Turismo Carretera). Lo tomé como una señal y me dediqué al automovilismo. Hoy parece mentira, esta es mi temporada número 18 en el Turismo Carretera. Sólo de TC. TC Pista arranqué en 2004.
-En el campo hay mucho de legado, pero también de transición de una generación a otra. En tu caso, cómo ha sido trabajar con tu viejo, entre autos y en el campo…
-Lo puedo dividir en dos etapas distintas. A medida que vas creciendo lo vas entendiendo. Hubo una primera etapa que era todo aprendizaje, pasar por las distintas áreas de trabajo en el campo y en el taller. Desde barrer hasta tornear en el taller. Y desde palear el silo hasta estar arriba de la máquina en el campo. Ahí siempre estuve atento a seguir los consejos del viejo. Después vino otra etapa de adolescencia y juventud en los primeros años y uno cree que sabe más que el viejo, ahí teníamos algunos choques. Imaginate que compartíamos trabajo, sociedad, padre e hijo, motorista piloto, chasista piloto… era todo… A medida que vas creciendo empezás a entender más que todos queremos lo mejor, aunque podamos tener ideas diferentes. En mi caso es más fácil, cuando tenés un genio al lado, entendés más cuál es el mejor camino.
-¿Cómo fue o es ser el “hijo de…”? ¿Te ayudó o te apichonó?
-Pro y contras. La contra es la que dijiste, la comparación, la presión esa generaba una situación incómoda. Pero lejos de quedarme con eso, fueron infinitamente mayores las cosas positivas. Los consejos de tenerlo al lado. Hubo etapas, donde la presión y autoexigencia es mayor a cualquier presión que venga de afuera.
-Justo la siguiente pregunta tiene que ver un poco con eso. En algún momento contaste que las cosas no se daban y pensaste dejar, ¿Cuán importante es la psicología en el deporte o para un deportista hoy? Más en un corredor, que va solo y tiene la responsabilidad de todo un equipo detrás…
-Realmente, el equipo por detrás de un corredor no se ve, pero hoy las carreras son auto-dependientes. El auto y la tecnología predominan más que el piloto, pero hoy está todo tan profesionalizado en todos los ámbitos que la suma de las partes hacen la diferencia. Entonces la parte psicológica no es apenas un detalle. Es importante. Si un padre me pregunta por su hijo qué consejo le daría le diría que empiece a trabajar con un psicólogo deportivo.
-¿Qué te pasó a vos?
-La primer fecha de 2022 me quería bajar del auto, quería volverme a Lobería cuando estaba por largar la final del TC. Ese mismo año, después de arrancar en abril de ese año con mi psicóloga deportiva, terminamos ganando el campeonado de Turismo Nacional. Para mí fue una transformación, de querer retirarme a pasar a volver a disfrutar de lo que más me gustaba como es mi pasión, correr.
-Bueno, mencionabas ahí el tema de la tecnología hoy y una de las preguntas que me gusta hacerles a los pilotos como vos es ¿Qué importancia tiene la tecnología en un auto hoy?
-Ha cambiado mucho. A mí me tocó, las primeras carreras en Buenos Aires, con el TC Pista, salir a caminar el circuito para conocerlo, para ir viendo dónde tenía que frenar, donde acelerar, etc… y hoy en día tenés los simuladores, los datos, las cámaras. Entonces hoy un piloto que va por primera vez a un autódromo, como puede ser el de Buenos Aires, capaz ya tiene 1000 vueltas en el simulador, ya miró la cámara del que hizo el récord en ese circuito, y al mismo tiempo vio los datos. Entonces, tiene una experiencia que en mis comienzos te llevaba no menos de 3-4 años.
-¿Cuánto creés que es importante conocer de mecánica por parte del piloto? Para transmitir lo que siente en el auto de una manera más certera a los mecánicos.
-Es importante tener el conocimiento, no tengo dudas. Más allá de que la decisión final la tiene el encargado de cada área, en este caso el chasista, que es donde más nos gusta opinar a los pilotos.
-¿Te animás a armar un podio de corredores? De los de acá…
-Juan Manuel Fangio, el número 1. Juan María Traverso, no tengo dudas. Y a mi viejo.
-¿Qué características de tu viejo arriba del auto creés que tenés? Sos un corredor más técnico, más pasional, más quirúrgico…
-Yo no sé… quizás él me dijo qué vio en mí. Siempre vio que era muy rápido cuando se puede ir rápido, que era una de sus virtudes.
-Y la última de esta parte, si querés armar un podio, pero de corredores del mundo. internacional
-Soy fanático sobre todo de la Fórmula 1. Fangio está primero en el podio. Segundo Ayrton Senna y si pienso en alguno actual, Verstappen, Alonso, Hamilton… ¡y lo dejé afuera a Schumacher!
-¿Ustedes los corredores ven algo distinto a los comunes mortales como nosotros en esas carreras como las de Fórmula 1?
-Si, si. Cuando hay maniobras para destacar las disfrutás mucho porque sabés lo que puede costar hacerla.
-Bueno, arrancamos el pin-pong de este podcast, la primera pregunta es si tenés algún hobbie, algo que te despeje la cabeza…
-Me gusta jugar al paddle. Me distrae mucho.
-¿Qué tal sos cocinando?
-No… muy malo… paso… nunca hice un asado en mi vida…
-¿Ciudad, país, lugar que te guste?
-Lugar en el mundo Lobería. Otro, cerca, que disfruto, Mar de las Pampas.
-¿Y uno que no conozcas y que te gustaría conocer algún día?
-Me gustaría ir a Italia. A conocer el museo de Ferrari.
-¿Equipo de fútbol?
-Estudiantes de la Plata.
-Cuando mirás series o películas, ¿Qué mirás?
-Las de acción. Superhéroes.
-Si pudieses tener algún superpoder, ¿cuál te gustaría tener?
-Eehhh… uno de chico quiere ser como Superman. Y de grande, viajar en el tiempo.
-Bueno, justamente, la última pregunta de esta tanda tiene que ver con viajar en el tiempo. Si pudieses subirte al Delorean, el auto de Volver al Futuro. ¿A dónde irías?
-Estaba pensando exactamente lo mismo. Yo tenía la costumbre de terminar una carrera e ir a tomar la merienda a lo de mi abuelo. Que falleció a los 99 años. Nada que reclamarle a la vida, lo disfruté un montón. Pero volver a tomar un café con leche con el abuelo sería fantástico.
-Bueno, llegamos a la última ahora sí. ¿Qué tema dejás sonando?
-Me gusta “Yendo a la casa de Damián”, de El Cuarteto de Nos.