Javier Rotondo es el presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, enclavada en una región fuertemente maicera. “Somos los que más producen maíz en la provincia de Córdoba y la segunda área productora del país”, aclaró por si hiciera falta. Bichos de Campo lo consultó entonces sobre cómo cayeron las neo-retenciones a pocos días de arrancar con la siembra del cereal.
“Indudablemente golpean mucho”, dijo. “Estamos en una zona maicera y nos cambian las reglas de juego a punto de sembrar. El productor está desorientado y frustrado. No puede ser de que el sector productivo siempre sea el más castigado. Pasan los gobiernos, cambian las formas, pero la política es siempre la misma. El campo es una mina a la que se le extrae solo con fines recaudatorios y es una verdadera pena por el potencial gigantesco que tenemos. No queda otra que agachar la cabeza y seguir para delante”, se lamentó.
Aquí la nota completa con el presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto y vicepresidente de Cartez (Confederación Rural que nuclea a Córdoba, La Rioja y Catamarca):
“Estas nuevas reglas de juego agarran a muchos productores con los insumos comprados y con una sequía que hace evaluar si lanzar la siembra de primera o esperar a la de segunda”, señaló Rotondo. Además aclaró que el márgen es muy acotado porque el 60% del maíz de la localidad se hace en campo arrendado.
La diferencia en inversión por hectárea para sembrar maíz versus soja es considerable. Rotondo contó que es más del doble, pues se necesitan “200 y pico de dólares para sembrar una hectárea de soja y 450 dólares para establecer un maíz, número variable según suelo y tecnología aplicada”, detalló.
Si la soja era de Rosario, ahora Córdoba se hace dueña del maíz
Los rindes medios históricos de la zona de Río Cuarto para maíz alcanzan los 6.500 kilos de promedio, aunque según Rotondo con la nueva tecnología y rotando se venían alcanzo rinde medios de 7.500 kilos por hectárea.
El dirigente agropecuario habló luego sobre las características del agregado de valor en la zona, conocida por el tratamiento del maíz en las plantas de etanol y aprovechamiento del maíz residual en establecimientos ganaderos locales. “La cultura del productor de Río Cuarto siempre fue mixta. El etanol generó un movimiento de transformación del maíz. De todas formas necesitamos más demanda y puja para que se refleje en el precio del grano. Todavía entre el 55 a 60% del maíz va al puerto”, aclaró.