La evolución del precio de trigo argentino condición cámara es una de las grandes decepciones de la presente campaña 2025/26 porque los precios se cayeron para no recomponerse más.
La teoría señala que, cuando comienza la cosecha argentina de trigo (diciembre), los embarques se destinan mayormente a destinos africanos y asiáticos, lo que tiende a “enfriar” los precios FOB del cereal para volverlo competitivo frente a otros orígenes que tienen menores costos logísticos.
Esa misma teoría, fundamentada en la evolución histórica del negocio, señala que a medida que Brasil se consume su cosecha propia, comienza a importar trigo argentino para fortalecer los precios regionales del cereal gracias a la contribución del Arancel Externo Común del Mercosur del 10%.
Esa hipótesis este año no sólo no se cumplió, sino que además los precios del trigo argentino se desbarrancaron para “divorciarse” de los valores negociados en Brasil, incluso cuando ese país ya no cuenta prácticamente con existencias propias del cereal.
La cuestión es que este año, debido al crecimiento de la oferta exportable de trigo, la “internacionalización” del cereal argentino se extendió por demás, lo que impidió que el efecto “Mercosur” tuviese una influencia decisiva en la formación de los precios del producto.
Así, la evolución del valor FOB del trigo argentino registró una dinámica más acorde a los precios presentes en el mercado internacional, que comenzaron a “licuarse” desde marzo pasado.
No ayudó tampoco el hecho de que, por factores tanto estacionales como tributarios (baja temporaria de derechos de exportación que expiró el pasado 30 de junio), los exportadores estuvieron especialmente focalizados en gestionar embarques de maíz y productos del complejo sojero, mientras que el trigo quedó en un segundo lugar.
Para el presente mes de julio apenas se registraron a la fecha Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de trigo por 147.942 toneladas, mientras que el año pasado esa cifra era de 319.429 toneladas.
Lo que sucedió en el mercado, de todas maneras, no puede sorprender a nadie porque el analista y presidente de Nóvitas, Enrique Erize, había advertido oportunamente que una gran cosecha de trigo argentino representa un problema enorme para los empresarios agrícolas.