Las lluvias que cayeron sobre algunas regiones del país no fueron suficientes para aliviar la crítica situación del campo en todas las regiones, según un informe agrícola de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). La sequía persiste en el norte y oeste de la región pampeana y aumenta la preocupación de los productores en torno a la campaña de trigo, donde las perspectivas son aún inciertas. Hace apenas un mes, se pronosticaba una cosecha en torno a los 15,6 millones de toneladas. Sin embargo, los últimos cálculos estiman que esta cifra de producción podría reducirse hasta en un 4%.
Las lluvias que cayeron a inicios de mes además de no ser suficientes, fueron localizadas en el centro y este del país y no cambiaron el panorama del noroeste argentino, provocando una disminución en la siembra situando a la campaña 2023/24 como la temporada de siembra de trigo más baja de los últimos 8 ciclos.
En la Bolsa de Rosario, en este entorno, se estima que más de 1,7 millones de hectáreas de trigo, lo que equivale al 32% del trigo sembrado, se encuentran en condiciones regulares a malas. Con un área sembrada de 5,4 millones de hectáreas y una nueva estimación de producción de 15 millones de toneladas, Argentina de todos modos produciría un 30% más de trigo que en el ciclo anterior, que fue históricamente bajo. Sin embargo, esta cifra aún se considera insuficiente para satisfacer la demanda interna y las exportaciones.
Debido al déficit hídrico en el norte y oeste del país el trigo presenta problemas en su desarrollo. En regiones como Córdoba, se estima que 400.000 hectáreas de trigo de las 600.000 sembradas están en condiciones regulares a malas. Otras áreas afectadas son el Chaco, Santiago del Estero, el centro y norte de Santa Fe y el norte de La Pampa, así como el oeste de Buenos Aires.
Pero si esta es la situación del trigo, los problemas no escampan y el maíz está en fase de alerta, pues la siembra pudiera disminuir si debido a la escasez de lluvia los productores optaran por sembrar soja, que requiere menos inversión. Sobre todo si se tiene en cuenta como han aumentado los insumos para producir.
Por el momento, se proyecta que la superficie sembrada con maíz en el nuevo ciclo sea de 8,5 millones de hectáreas, la misma cantidad que el año anterior. Se espera una producción de alrededor de 56 millones de toneladas, en comparación con los 34 millones de toneladas de la campaña anterior.
Para que estas expectativas, se conviertan en realidad, es preciso que con el fenómeno “El Niño” aumente la cantidad de lluvia en la región pampeana durante el mes de octubre, especialmente en la franja este del país y se favorezca la siembra temprana.
Mientras la producción de maíz y trigo tambalea, la soja se consolida y se estima que la siembra alcance las 17 millones de hectáreas, lo que significa un aumento del 6,2% respecto a la temporada anterior. No obstante, vale destacar que con un clima normal, Argentina podría producir aproximadamente 48 millones de toneladas de soja y superar los 20 millones de toneladas del ciclo anterior.