Los productores agrícolas estadounidenses acaban de recibir una pésima noticia: la colosal “máquina” exportadora de Brasil sigue enviando soja a China como si no hubiera un mañana.
Las proyecciones de embarques de poroto de soja para el presente mes de diciembre realizadas por la entidad que nuclea a las mayores compañías agroexportadoras brasileñas (Anec) suman 3,33 millones de toneladas versus 1,46 millones en el mismo mes de 2024.
Eso explica porque, si bien China retomó embarques de soja estadounidense, las compras de poroto de ese origen hasta el momento son muy bajas respecto al promedio histórico.
En ese marco, en las primeras quince semanas del ciclo comercial 2025/26 los compromisos comerciales de soja estadounidense suman un total de 13,7 millones de toneladas, una cifra 45% inferior a la registrada en la misma fecha del año pasado y la más baja de los últimos doce años, según datos oficiales recopilados por la consultora StoneX.
Con la proyección de diciembre, Anec planea cerrar el año 2025 con embarques de soja por un total de 109,0 millones de toneladas, una cifra que supera la estimación oficial de 106,9 millones realizada por Conab.
El dato es que Anec además proyectó para diciembre exportaciones de harina de soja por 1,83 millones de toneladas, una cifra similar a la registrada en diciembre del año pasado (1,80 millones), lo que implica que el aumento de embarques de poroto no se hizo comprometiendo la salida de harina.
A la oferta de harina de soja brasileña, es necesario sumarle embarques argentinos de ese producto previstos de 2,27 millones de toneladas para el presente mes de diciembre, según datos oficiales.
Eso explica porque, a semanas del ingreso de la cosecha brasileña de soja 2025/26, los valores FAS del poroto tanto en Brasil como en la Argentina siguen firmes.
En el escenario internacional, con una China ya muy bien abastecida –más bien colmada– de poroto de soja, los valores FOB tienen una tendencia declinante, con precios casi de paridad entre Paranaguá (Brasil) y el Golfo de México (EE.UU).
La soja FOB estadounidense sigue estando cara para los originadores chinos, ya que debería bajar mucho de precio para tornarse competitiva con respecto a la sudamericana.









