APINTA, el gremio más numeroso dentro del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentó en las últimas horas ante el Consejo Directivo de ese organismo una impugnación en contra de el concurso para director nacional, un puesto que actulmente ocupa Héctor Espina y que debería ser renovado en diciembre próximo. El sindicato también cuestionó por las vías administrativas los concursos para seis centros regionales y de investigación, ya que en las bases se limita la posibilidad de acceso al cargo a profesionales que contaran con una maestría o un posgrado.
“La impugnación alcanza a 7 de los 22 puestos de decisión clave en la estructura del INTA, a los que se accede mediante llamados a convocatoria abierta y pública”, informó la Asociación del Personal del INTA en un comunicado. Ahora, el Consejo Directivo de la institución deberá decidir si hace lugar a esas impugnaciones. De no hacerlo, el gremio queda habilitado para recurrir a la justicia.
Ver Convocan a un concurso para reemplazar a Héctor Espina como director nacional del INTA
Según Mario Romero, el secretario general de APINTA, esos siete concursos no serían válidos porque incluyen requerimientos contrarios a los establecidos por el Decreto Ley 21.680, de creación del INTA, que rige su funcionamiento desde 1956. “La principal incoherencia corresponde a requerimientos de estudios formales necesarios para concursar estos cargos de conducción que exceden a los establecidos por ley”, se argumentó.
¿Cómo se explica esto? Pues porque “los concursos impugnados explicitan como condición excluyente que los candidatos deben contar con maestrías y títulos de posgrado”. No es lo que exige la normativa, donde se estableció que “para el caso del máximo puesto concursado, el de Director Nacional, la ley establece que basta contar con un título de grado de ingeniero agrónomo o médico veterinario”.
“Al tratarse de convocatorias abiertas y públicas, el requerimiento lesiona la igualdad de oportunidades de la ciudadanía para acceder a estos cargos”, argumentó el gremio del Instituto, que argumentó que si el requisito de contar con una maestría fuera “de carácter preferente” y no “una condición necesaria”, no hubiera tenido sentido su impugnación.
“Así, incorporando un requerimiento que no está en la ley, se excluye de estos concursos a gran parte de la ciudadanía, por lo que APINTA solicita expresamente dejar sin efecto las convocatorias observadas y realizar nuevas convocatorias ajustadas a derecho”, explayó el comunicado.
Además del concurso para reemplazar o eventualmente elegir a Espina, los concursos corresponden a los de directores de los centros de investigación en Recursos Naturales y Agroindustria, y los de los centros regionales Chaco-Formosa, Patagonia Sur, Mendoza-San Juan y Santa Fe.
Para el gremio, “los errores detectados son resultado de la discrecionalidad con la se viene manejando el actual Consejo Directivo”. Allí hay un presidente y un vice designados por el Ejecutivo, pero compraten sus decisiones con cinco representantes del sector público y cinco del sector privado. El actual presidente de Juan Balbín, un productor que proviene de las filas de AACREA.
Bichos de Campo informó oportunamente sobre el concurso para reemplazar a Espina, un técnico del INTA asociado con la anterior gestión. Los interesados deben presentarse entre el 15 de julio y el 2 de agosto y, como requisitos, en efecto se les reclamaba tener título universitario de Ingeniero Agrónomo o Médico Veterinario, tener experiencia en cargos semejantes, ya sea en el ámbito público o privado, y haber cursado una maestría. Esa es la piedra de la discordia.
Espina es oriundo de San Julián, provincia de Santa Cruz, y es ingeniero agrónomo recibido en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Ocupó diferentes cargos públicos, pero en su CV, al menos en el que se publica en la página del INTA, no figura que haya realziado un curso de posgrado o una maestría. Ergo, no podría ni concursar.
La única forma de poder ir en la dirección correcta es apuntar a la excelencia, no veo nada malo que sea requisito una maestría para un cargo tan importante, si es tan necesaria la igualdad de oportunidades que se preparen así vamos todos a mejorar este bendito país.
Está perfecto la exigencia de una maestría o curso de posgrado. Los dirigentes deben tener la mejor capacitación y ser idóneos.
Es el único camino para mejorar como país.
La politización de las instituciones de ciencia y técnica es uno de las causas que nos llevaron a estar cómo estamos.
Me parece bien que se le pida pos grado a los de arriba.se entiende que el inta debe contar con gente capacitada.entonces hacer carrera dentro del inta.debe llegarse a cargos ejecutivos de gente que se capacite y no solo sea porque lleva mucho tiempo en esa institucion.de todas maneras debieran tener opirtunidad de permitir realizar capacitaciones continuas a todo el personal
Que hay de nuevo en los concursos de INTA???Siempre fueron digitados, y si alguien duda, pregunten a los que hace más de 20 años que estamos en la institución. Y cuando aparece algún candidato mejor que el acomodado, con experiencia en gestión, posgrado y demás, salen con la premisa “buscamos otro perfil”, No jodan, es más de lo mismo.
Solo falta q los sindicalistas del Inta.exijan q pueden participar del concurso.a los egresados de una escuela secundaria agrotecnica o haber hecho el primario en una escuela rural.Que lacra los sindicatos.en todas sus versiones.