Hace unos días, con la publicación del Decreto 877/2025 en el Boletín Oficial, el gobierno materializó una sorpresiva rebaja de las retenciones agrícolas, de entre 1 y 2 puntos porcentuales para los principales granos y subproductos. Las rebajas implicaron una menor presión fiscal sobre los diferentes complejos exportadores y se sumó a otra previa dispuesta en agosto pasado.

En un informe sobre el asunto, la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca celebró ese sendero y destacó que la nueva baja de Derechos de Exportación (DEX) “tiene lugar en plena recolección de los cultivos de invierno, con una campaña 2025/26 que se estima récord absoluto para el caso del trigoargentino, mientras los precios internacionales se encuentran bajo la presión de una firme oferta mundial, con el conflicto sin resolución en el Mar Negro actuando de sostén para las cotizaciones”.
En dicho informe, sin embargo, hay una perlita en términos periodísticos: mientras las retenciones a la soja bajaban de 26 a 24% y las del trigo lo hacían de 9,5 a 7,5%, había un subproducto de la cadena cerealera que salió curiosamente muy beneficiado de las nuevas alícuotas fijadas por el Ministerio de Economía, porque en su caso los DEX se redujeron a la mitad. Estaban en 4% y bajaron a 2%.
Es así, en la cadena triguera “la alícuota del derecho de exportación para el grano se fijó en 7,5%, mientras que para el caso de la harina de trigo se estableció en el 3,5%”. Pero allí aparece un subproducto de la molienda, la sémola, cuya nueva alícuota se fijó en solo 2%, “lo cual representa una disminución del 50% respecto a la anterior del 4%”, destacó la entidad bahiense.

¿Qué es la sémola? Es una harina más gruesa o granulada que se obtiene al moler el endospermo del trigo duro (o de otros cereales como maíz, arroz, centeno) y es la base para pastas, panes y postres. Como se suele elaborar a partir del trigo candeal y no del trigo pan, se destaca por su color amarillo y su textura firme.
Debe haber productores de sémola que están descorchando en este momento, porque la rebaja de retenciones con ese producto ha sido muy generosa.
La Bolsa de Bahía Blanca refiere que entre las campañas 2019/20 y 2024/25, la producción nacional promedio de trigo candeal fue de 301.842 toneladas, y de ese volumen la provincia de Buenos Aires aportó el 87%, seguida por Salta y San Luis con el 5% y 3%, respectivamente.
Parte de ese trigo se muele para hacer sémola. La producción anual promedio de ese subproducto ha sido los últimos años de 192.865 toneladas. Pero la mayor parte se consume dentro del país y solo se exporta el 10,7% de la producción total, es decir un promedio de 20.719 toneladas anuales. Todos esos embarques salen desde Bahía Blanca.
“En el acumulado del corriente año hasta el mes de octubre, se exportaron 20.403 toneladas mediante contenedores y camiones. Este volumen se ubica en un nivel muy cercano al promedio anual tomado como referencia (teniendo en cuenta que aún resta sumar noviembre y diciembre), y sin perder de vista que en 2024 se registró un máximo histórico de 26.430 toneladas exportadas”, describe el informe.
Luego la bolsa calcula que como el valor FOB promedio de la sémola este año se ubicó en 591,3 dólares por tonelada, el impacto fiscal de la rebaja a la mitad de las retenciones ha bajado de los 23,65 dólares (con la alícuota de 4%) a solo 11,8 dólares (con la alícuota de 2%).
“En términos monetarios, y teniendo en cuenta el promedio de exportaciones de sémola de los últimos 5 años, el impacto fiscal de la medida estaría valuado en 244.484 dólares”, cierra el informe.





