“Somos los únicos criadores en Argentina, por ahora”, dijo Chantal Badin, quien este sábado en la Pista Central de la Exposición Rural de Palermo mostró ejemplares de una extraña raza equina reconocida muy recientemente luego de un largo proceso de registración genealógica en la SRA: la Ardenés.
A badin le insumió doce años la inscripción de ejemplares nacidos en Argentina, “con un apoyo de excelencia de parte del laboratorio de genética de la Sociedad Rural”, dijo. Los caballos se presentaron por primera vez en Palermo.
El nombre de la raza equina Ardenés proviene del gentilicio de la región de los Ardennes, Bélgica, y se ha instalado en la historia de la humanidad porque, entre otras cosas, fueron los caballos usados y elogiados por Julio César, y son los caballos que transportaban los cañones y la artillería pesada del ejército de Napoleón en la campaña de Rusia.
Los pocos ejemplares de Ardenés en la Argentina están por ahora concentrados en el Establecimiento Chanty SA, de Villaguay, Entre Ríos. Llegaron vía aérea en 2009. “Nosotros los usamos como hobby, y también para tirar carruajes”, contó la propietaria del campo.
Entre las características de la raza resalta la docilidad, inteligencia y fortaleza. Su uso se asocia con tareas de agricultura, viñedos y explotaciones forestales donde no puede acceder el vehículo tradicional. La pisada del caballo de raza Ardenés impacta diez veces menos sobre el suelo.
“Es un caballo que resiste temperaturas extremadamente bajas. No es un animal que se doma, sino que ‘entra’ en la vida del hombre”, resumió Chantal, añadiendo que “por la simbiosis que se genera es muy requerido en la práctica de la equino-terapia”.
Muy bueno el artículo
La pura verdad
El que produce es el pato de la boda