La apicultura no está exenta de las dificultades productivas que vienen aparejadas a la sequía, y cuenta de esto da un informe elaborado por el INTA Casilda, al sur de Santa Fe.
La sequía puede tener una influencia variable en la productividad de las colmenas. La misma es condicionada por diferentes factores, entre otros, la distribución de las lluvias y su relación con los ambientes en los que se encuentran las colonias.
De acuerdo a lo que explican los especialistas del organismo, en amplias regiones del sur de Santa Fe es escaso el monte nativo y existen agrupamientos arbóreos implantados en pequeña cantidad. Por ello, la disponibilidad de agua en el corto plazo es vital para que se implanten y crezcan especies que brindan recursos alimenticios a las abejas: “La productividad de las colmenas estará condicionada por la presencia y la capacidad de estas especies vegetales para desarrollarse y llegar al estado reproductivo ofreciendo polen y néctar en cantidades adecuadas”, describen.
En este sentido, durante esta temporada en particular, se presentó un invierno seco, lo cual es frecuente en la región, pero la primavera y el comienzo del verano tuvieron precipitaciones muy por debajo de lo normal, que prolongaron las condiciones deficitarias. En resumen, si llueve durante la primavera, crecen especies vegetales de interés para las abejas, y determina un buen año productivo.
Ezequiel Bertozzi, veterinario y autor del informe, explica: “El resultado se plasmó en la variabilidad de la condición de las colmenas entre los diferentes apiarios. Las colmenas que no se alimentaron oportunamente, sosteniendo su desarrollo de manera artificial, probablemente tendrán un pobre desempeño productivo. En las empresas apícolas, el valor de los alimentos artificiales, tiene un notable peso en el costo de producción, y es de esperar que impacte en el costo por kilo de miel producido”.
Durante la actual campaña, la floración típica de la zona se vio modificada, observándose pequeños picos y descensos de la entrada de néctar. “La razón de este comportamiento es resultado de que pocas especies de interés apícola ofrecieron néctar en un corto plazo”, aduce el informe citado.
Mucho hemos escrito en Bichos de Campo sobre los cultivos agrícolas de la región, que han tenido un escaso desarrollo y manifiestan un notable estrés por la escasez de agua. “Este panorama afectó la sanidad de los mismos, observándose mayor cantidad de plagas insectiles, con el consecuente uso de insecticidas para el control. Reportes aislados de apicultores dan cuenta de mortandad de abejas en la cercanía de las piqueras, sin observar gran afectación en la población total de las colonias”, escribió Bertozzi
En este escenario, las perspectivas de cosecha para la presente temporada no son de las mejores. Con una regularización de las lluvias difícilmente cambie significativamente el panorama.
Si usted es apicultor, el INTA Casilda le deja una serie de recomendaciones para el manejo de las colmenas ante el calor y la sequía:
- Asegurarse el acceso a agua fresca y de calidad de las colmenas (con fuentes de agua a menos de 100 metros).
- Facilitar las corrientes de aire en los apiarios para mejorar la capacidad de ventilación de las colmenas.
- No colocar las colmenas en el piso, elevarlas preferentemente a unos 20 centímetros.
- En caso de transporte, extremar los recaudos. Utilizar rejilla de transporte.
- Evaluar visitas adicionales al apiario, ante la irregularidad del flujo de néctar.
- Relevar eficientemente las especies florales de interés apícola presentes en inmediaciones del apiario en cada visita.