La importante suba –más allá de la volatilidad– que registraron en el último año los granos en el mercado internacional trajo aparejado un aumento de la demanda de agroinsumos que derivó un reacomodamiento de precios.
Pero, mientras que en la mayor parte de las naciones agrícolas los precios de los granos van acompañando el ajuste del valor de los fitosanitarios y los fertilizantes, en la Argentina, debido a los derechos de exportación, el cepo cambiario y las restricciones oficiales para importar bienes, el valor de los granos se ha ido desacoplando del precio de los insumos.
“El valor del glifosato registró en las últimas semanas un aumento considerable en el mercado internacional y a eso debe sumársele el incremento que están experimentando los precios de los fletes marítimos”, explicó a Bichos de Campo Jeremías Battistoni de la consultora AZ Group. “De a poco los precios de los agroinsumos se van acomodando en el mundo con la nueva realidad de precios de los granos”, añadió.
“La relación grano/fertilizante se viene deteriorando de manera progresiva, con la excepción del maíz, que aún, en lo que respecta a la urea, conserva cierta ventaja al evaluar la situación actual respecto del promedio de los últimos cinco años”, indicó Battistoni.
En términos de poder de compra, el cultivo que presenta la mejor performance es el girasol, dado que tiene, en términos históricos, relaciones de precios favorables a neutras con todos los insumos.
La soja y el trigo, en cambio, vienen perdiendo bastante poder de compra, aunque no tanto como el novillo, que quedó muy “atrasado” al medir su situación presente con el promedio del último lustro.
“Los insumos que siguen presentando una relación favorable para todos los granos son la atrazina, el gasoil y, en consecuencia, las labores”, apuntó Battistoni.