Se viene una cosecha récord de maíz, que dejará un saldo exportable de más de 30 millones de toneladas. ¿Qué va a suceder? Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), se mostró confiado: “Tenemos todas las condiciones. Un cosechón de maíz, un mercado internacional demandante, que está tan hambriento y que podría absorber dos cosechas de maíz de Argentina y sin bajar los precios”, afirmó.
Idígoras remarcó que “este es el primer año que Argentina y Brasil se convertirán en el primer proveedor de maíz del mundo, superando a Estados Unidos en la sumatoria, debido a que ese país está atravesando un escenario de caos entre el clima adverso y la guerra comercial con China. En el medio el mundo necesita maíz y sus derivados”.
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Idígoras, que la semana pasada ofició de presidente del Congreso Maizar, advirtió que de todos modos “no podemos vivir de la fantasía del cosechón, sino que debemos hacer del maíz una cadena de valor con inserción internacional mirando al mundo como un mercado y no sólo nuestro mercado”.
Para el directivo de Ciara-CEC, pensar en la exportación es el camino posible de mejora, incluso para convertir una mayor cantidad de maíz dentro del país en otros productos. “El mercado argentino mejorará, y así tendremos sobre la mesa la mejor carne aviar, porcina y vacuna y al mejor precio. También lograremos la mejor nafta con bioetanol a buen precio, y el mejor maíz para alimentación interna. Para lograr todo eso, tenemos que mirar el mercado internacional, el cual nos está llamando y pidiendo que Argentina crezca más”, indicó.
La situación parece óptima para intentarlo, ya que “si vemos lo que pagan por el maíz en Estados Unidos y en Argentina, el productor maicero argentino se está llevando entre 15 y 20 dólares más por tonelada vendida al exportador que el maicero norteamericano, y además tenemos más mercado que ellos”, indicó el especialista.
De todos modos, aclaró Idígoras que “este resultado positivo de corto plazo no debe dejarnos tranquilos sino que debemos consolidarlo para el futuro”.
¿Y qué le falta a la Argentina para ser el gran jugador mundial en el negocio del maíz y sus derivados? Idígoras consideró que “le faltan tres cosas: primero un compromiso de todos los políticos, de que no habrá mas restricciones a la exportación por los próximos 5 a 10 años; segundo, confirmar que habrá una política de aprobaciones biotecnológicas en los próximos años en maíz y de edición génica también, lo que dará más inversiones y adopción de tecnologías; y tercero, que en 2020 finalicen los derechos de exportación, que es el decreto presidencial vigente”.
“Es importante que los políticos convoquen a la cadena ahora, para debatir estos temas. Me parece que deberían aprovechar nuestra apertura”, se ilusionó el representante de la exportación.