Por Matías Longoni (@matiaslongoni).-
La ciudad de Gualeguaychú ha aportado dos grandes protagonistas a la vida política nacional en los últimos años. Uno de ellos es Alfredo De Angeli, actual senador por el PRO, uno de los líderes de la revuelta agropecuaria contra las retenciones móviles en 2008. El otro es un colectivo: la asamblea ambiental que se opuso con firmeza a la radicación de la pastera Botnia.
Nos recuerda Wikipedia que en algún momento esos dos protagonistas eran parte de una misma cosa. En la pagina donde presenta la historia pública de De Angeli, se informa que el hombre fue alguna vez “líder de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú de la cual se encuentra actualmente distanciado por las posturas del empresario con respecto a los agronegocios”.
Nadie puede negar esa ligazón histórica: como presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos, el chacarero De Angeli incluso fue detenido en abril de 2007 cuando participó en una protesta contra la pastera en la terminal porteña de Buquebús. Y la asamblea de su ciudad se movilizó entonces para pedir por su libertad.
¿Quién tomó distancia de quién? ¿Cómo se produjo este divorcio? Son temas de tanta profundidad que merecerían un simposio internacional. Lo cierto es que ambos protagonistas de la vida gualeguaychuense aparecen hoy en bandos enfrentados y en apariencia irreconciliables.
La Asamblea perdió su batalla contra la pastera de Fray Bentos y ahora cuestiona otros aspectos que afectarían, a juicio de sus integrantes, el medio ambiente. De Angeli se alejó primero del ambientalismo, luego del rualismo, ganó una banca en el Senado y hoy es presidente de la Comisión de Agricultura de la cámara alta. Desde el conflicto de 2008, muchos lo ubican como vocero del llamado “agronegocio”.
En esta batalla entre personajes icónicos de Gualeguaychú, ayer el Mellizo perdió por goleada. “Le cortaron las piernas”, se podría decir. Sucede que el consejo deliberante de la ciudad decidió prohibir el herbicida glifosato.
Recurrimos a la crónica de Análisis Digital: “En una sesión colmada de vecinos, agrupaciones ambientalistas y diferentes grupos que promueven la agroecología, se aprobó en el Concejo Deliberante de Gualeguaychú la ordenanza que prohíbe el uso, venta y comercialización de glifosato en todo el ejido de la ciudad, así como su aplicación, expendio, almacenamiento, transporte, comercialización y venta. Con nueve votos a favor de los bloques del Frente para la Victoria y UNA, y con tres votos en contra del bloque de Cambiemos, quedó aprobada la ordenanza presentada por el Ejecutivo Municipal en diciembre pasado”.
Luego de la prohibición de marras al agroquímico más famoso (su uso se generalizó desde que la Argentina autorizó en 1997 la soja transgénica RR, que justamente resiste las aplicaciones de glifosato), la normativa de Gualeguaychú establece que la Dirección de Ambiente, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social y Salud, la Dirección de Inspección General y la Dirección de Tránsito, dependientes de la Secretaría de Gobierno de la Municipalidad de San José de Gualeguaychú, serán los órganos de aplicación y control.
El tercer artículo de la ordenanza faculta al Ejecutivo Municipal a conformar una comisión ad hoc, que tenga por objeto el estudio y seguimiento de la temática de esta ordenanza.
Dice Análisis que la prohibición no admitirá ningún tipo de excepciones y cuenta que la ordenanza incluso fijó penas muy duras para quien la vulnere
El glifosato ya había sido prohibido en otras dos ciudades importantes de la provincia que tiene como senador a De Angeli: la capital Paraná y Concordia.
El partido va Asamblea 3 versus De Angeli 0.
Hasta que se hizo famoso en el conflicto agropecuario de 2008, Alfredo De Angeli vivía de su trabajo en un campo agrícola arrendado ubicado en los alrededores de Gualeguaychú, más exactamente en la zona de Arroyo El Sauce.
Luego vino la inaudita fama, la política y todo eso…
Los ambientalistas de Gualeguaychú, los de la asamblea que antes combatía a las pasteras y ahora se ensaña contra el glifosato, deben sentir por estas horas que le han asentado un duro golpe al otro gran personaje icónico que produjo la ciudad. Más de uno debe sentirse dueño de una victoria ideológica importante. Dsifrutan la imagen de un De Angeli derrotado.
Pero hay otra cosas que distingue a Gualeguaychú más allá de este debate de cabotaje entre dos fracciones que se presumen enfrentadas cuando son parte de la misma geografía. Es el carnaval, ese breve periodo de la historia donde todos se ocultan detrás de máscaras y los roles se confunden.
Y en ese carnaval, el único que pierde con la furiosa prohibición al glifosato ha sido el Mellizo. Pero no el senador del PRO, sino Atilio, su hermano gemelo.
Sucede que cuando Alfredo se fue a jugar en la sligas mayores, Atilio se quedó silencioso en Gualeguaychú, haciéndose cargo del trabajo rural que antes compartía con su hermano.
Atilio ahora ya no podrá ir a comprar glifosato a las agronomías de su ciudad. Quizás lo vaya a buscar a algún otro lado, restando quizás a sus vecinos lgunos puestos de trabajo.
Porque Gualeguaychú es y será sobre todo eso: un gran carnaval.
“Felicito la madurez política de los concejales de UNA Andrés Sobredo y Marcela Yedro, que han protestado pero que entienden que el Concejo Deliberante debe reflejar lo que la mayoría del pueblo quiere”…..eso sale de la crónica…o sea…la política y la presión social le ganaron a la ciencia…ese es el camino elegido,parece.
Prohiben el glifosato.Ahora.la falopa y el alcohol a raudales q corre en todos los boliches de Gualeguaychu durante los 2 meses q festejan el Carnaval y deja adolescentes en coma alcoholico y pasados de droga tirados por las calles.eso esta bien?Pateticos los ignorantes Consejales de Gualeguaychu