En pleno proceso de cramdown y con fecha límite el 31 de octubre, la compañía rosarina Grassi S.A. presentó una propuesta diferencial para rescatar a Vicentin. El esquema incluye la conversión de deudas en pesos a dólares, un menú de opciones para todos los acreedores y la posibilidad de lograr recuperos de hasta el 200% para quienes acompañen con abastecimiento de soja.
Vicentin SAIC atraviesa su última oportunidad para evitar la quiebra. El proceso de cramdown, abierto por el juez concursal Fabián Lorenzini, fija como fecha tope el 31 de octubre de 2025 para que los interesados presenten sus ofertas de rescate. En carrera quedaron tres jugadores: Bunge junto con Viterra y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Molinos Agro en sociedad con LDC, y el grupo Grassi (Commodities SA), que ya anticipó un acuerdo postconcursal con Cargill para asegurar la gestión operativa si resulta adjudicatario.
La propuesta de Grassi ofrece una salida integral a los acreedores, con foco en la continuidad operativa de la agroindustrial y en la recuperación del valor de las acreencias. Según detalló la empresa en su presentación oficial, el modelo se apoya en tres ejes: la conversión de todas las deudas en pesos a dólares; la conformación de una única categoría de acreedores, que podrán elegir entre diferentes alternativas según sus intereses; y el recupero total para quienes acompañen la continuidad, ya sea entregando granos o aportando financiamiento.
El punto más llamativo de la propuesta es la posibilidad de que los acreedores se conviertan en proveedores estratégicos de la compañía. En el caso del abastecimiento directo de soja, por cada 1.000 dólares de crédito se podrán entregar 200 toneladas a lo largo de diez años, con recuperos de hasta el 200% del valor original convertido a dólares.
Según la propia empresa, los beneficios se enumeran así:
- Abastecimiento de soja directo: por cada USD 1.000 de crédito, 200 toneladas a entregar en 10 años, con un recupero de hasta el 200% del crédito original en convertido a dólares. Con cupos limitados, hasta 3,5 millones de toneladas de soja por año.
- Fideicomisos de apoyo para abastecimiento directo: para quienes no puedan originar todo el volumen, posibilidad de delegar hasta el 70% en un fiduciario, con recuperos estimados entre 80% y 120%.
- Opción de abastecimiento con anticipo financiero: posibilidad de obtener hasta USD 25.000 de anticipo por acreedor, con recuperos de hasta 140% del crédito original en convertido a dólares.
- Alternativas propuestas para acreedores que no comercializan soja habitualmente: opción de dichos acreedores de participar mediante fideicomisos, recibiendo un anticipo financiero o asegurando un piso mínimo de recupero.
Entre las opciones también figura la posibilidad de capitalizar hasta un 30% del capital social de Vicentin, a través de un canje de créditos por acciones mediante un fideicomiso, con derecho de recompra por parte de Grassi S.A.
La empresa destacó que todas las alternativas tienen cupos máximos y están diseñadas dentro de sus posibilidades financieras reales. “El objetivo es reconocer y recompensar a los acreedores que apuesten por la continuidad de la empresa, ya sea con granos o con financiamiento”, remarcaron desde la compañía.
El juez Lorenzini fijó como plazo final el 31 de octubre para que se definan las mayorías necesarias. Grassi ya habilitó el sitio www.cramdownvicentin.com, donde cada acreedor puede simular sus opciones de recupero según el monto verificado.