Lo que sucede actualmente en torno a la intervenida aceitera Vicentin obliga a retroceder en la historia de la relación entre el campo y el Gobierno, y a recordar lo que ocurrió en 2008 en torno a la resolución 125. El periodista de TN y Radio Mitre, Gonzalo Aziz, conoce bien la cronología de sucesos porque en aquel momento recorrió desde el primero al último piquete del campo. Y luego estudió a fondo aquel conflicto para una tesis universitaria.
“Creo que el gobierno de Cristina Kirchner desnudó a fondo el modo en que concebía las relaciones entre los actores políticos y el Estado, y también la forma de comunicar. Tomaron una decisión que iba a afectar a un sector importante como el rural, sin siquiera consultarlo. Algo que se hace siempre en el mundo, consultar a los actores involucrados antes de elaborar una política pública, acá en ese momento no se hizo”, recordó.
“Lo más loco de todo es que, teniendo la posibilidad de hacerlo a través de un mecanismo democrático y de consenso como es el Congreso de la Nación, lo hicieron a través de una resolución (la famosa 125). Es decir, hicieron todo mal”, añadió el movilero.
En diálogo con Bichos de Campo, y en un intento por trazar un paralelo con lo que actualmente sucede con Vicentin, Aziz analizó: “Hay algunos puntos en común, pero no son hechos iguales”.
“El caso de Vicentin es el caso de una empresa en una provincia. No es que hablamos de todo el campo argentino. No me imagino a todos los senadores de todas las provincias sintiendo la presión del sector agropecuario para votar en contra de la expropiación”, explicó.
De todos modos, según Aziz, “el presidente se confunde a la hora de cómo anuncia y cómo ejecuta la idea” de la intervención y expropiación.
“Esto de sentarse en un escenario, no con el sector más acuerdista de su gobierno, sino con Anabel Fernández Sagasti que es la mujer más importante dentro de La Cámpora, con la mayor ascendecia a Cristina Kirchner y una persona súper preparada en términos jurídicos y legales. La eligieron a ella, no a Luis Basterra (el ministro de Agricultura)”, reflejó.
“No lo eligieron tampoco a Omar Perotti (gobernador de Santa Fe), quien, y lo digo públicamente, está en contra de expropiar la empresa. Y cuando hablás con él te dice que esto es una locura”, reforzó. El gobernador es quien ahora pilotea un intento re intervención de la compañía sin llegar a la estatización total de sus activos.
Mirá la entrevista completa realizada a Gonzalo Aziz:
En esta presentación sorpresiva del proyecto oficial, dice Aziz que “me parece que Alberto utiliza de vuelta las herramientas de 2008 para construir su discurso en función de amigos y enemigos, y sin darse cuenta, o dándose cuenta, está estigmatizando a todo el sector privado como si todos los empresarios fueran los dueños de Vicentin”.
“Genera una discusión y un debate entre sectores que podría dirimirse de otra manera ¿Por qué no esperaron la definición del concurso de Vicentin antes de tomar una decisión? O bien, ¿por qué no buscaron una participación estatal como socios de lo privado y no como dueños de la empresa, que es un poco lo que plantea el gobernador Perotti?”, se preguntó el periodista.
El Licenciado en Comunicación, que está terminando un posgrado en la Universidad Austral sobre políticas públicas, analizó que al principio del kirchnerismo “el haber salvado 15 mil campos hipotecados le generó al Gobierno la sensación de que tenía el derecho de hacer lo que quisiera, y a tal punto de que la estrategia de comunicación fue super virulenta”.
“Los piquetes de la abundancia, las camionetas 4 x 4 o elegir a Guillermo Moreno como vocero del Gobierno para ir a defender. Si hablás en privado con Martín Lousteau, las cosas que te cuenta son tremendas acerca de lo que pretendían originalmente, las cosas que él pudo parar y por qué renunció”, recordó el cronista de TN.
Según Aziz, la diferencia entre los piquetes del campo de 2008 y los movimientos y cacerolazos que se dan en la ciudad de Buenos Aires o en el conurbano, es que “los actuales son claramente sectoriales. Tenés un sector y luego la masa. En cambio, lo que legitimaba los cortes de ruta de 2008 es que no había disidencias dentro del movimiento rural. Todo el sector estaba involucrado y era raro encontrar excepciones”.
“Yo cubrí el primer piquete del Río Tala en San Pedro. Cuando llegué con el móvil los chacareros me insultaron acusando que el medio estaba con Cristina. Pasó el tiempo y con Raúl Victores, presidente de la sociedad rural de San Pedro en ese momento, nos pusimos a pensar cómo arrancó eso y qué hubiese sido de toda esa movida, si ellos no tenían esa actitud virulenta, quizás el canal no les daba bola. No es que lo justifique al corte de ruta. Solo me pregunto al día de hoy qué hubiera pasado si uno de esos factores se alteraba”, reflexionó el periodista.