Especialistas del INTA Sáenz Peña y de la Universidad Nacional de Chaco Austral (UNCAUS) iniciaron un estudio para determinar si la goma que expulsa el algarrobo podría utilizarse como insumo para la industria alimentaria o la farmacéutica. La movida incluirá estudios a campo y de laboratorio.
“Las gomas vegetales son producidas y expulsadas por algunas plantas frente a un estrés natural o daños físicos, y tiene como fin protegerlas de la deshidratación de los tejidos expuestos, así como el ingreso y la proliferación de microorganismos e insectos”, explicó un informe del INTA como introducción a este asunto. “Técnicamente son definidas como polisacáridos solubles en agua”, amplió.
Hace un tiempo alguien reparó que el algarrobo, una especie que puebla gran parte del territorio boscoso de la Argentina, también expulsa esta goma y pensó en sus potenciales usos. De allí el arranque de esta investigación hace un par de años. “Constituye una verdadera innovación, ya que no encontramos antecedentes a la fecha que describan el aprovechamiento de este recurso”, indicó Carlos Derka, que es investigador del INTA Sáenz Peña, en el sur del Chaco.
Hay otras gomas de origen vegetal que, por sus cualidades, se utilizan en la industria alimentaria y farmacéutica como ingredientes, aditivos o excipientes, donde actúan como espesantes, emulsionantes, espumantes, formadores de película, agentes de relleno, ligantes, diluyentes o de transporte de medicamentos, entre otros.
En el mercado internacional se destaca la goma arábiga, que se extrae de las especies Acacia senegal y Acacoa seyal, ambos árboles nativos de África. Pero existes dificultades asociadas al suministro sostenido, variabilidad en la calidad y altos costos de importación.
Franco Vasile, investigador del CONICET en la Universidad Nacional de Chaco Austral, indicó que “encontramos que el algarrobo también podría ser fuente de goma, al ser un recurso autóctono nos interesó descubrir sus características particulares”. Es lo que se está investigando.
El algarrobo es una especie nativa que crece en el monte chaqueño y se destaca por su capacidad para desarrollarse en diferentes sitios, por ofrecer múltiples y variados bienes y servicios (madera de alto valor, fijación de nitrógeno atmosférico, floración para apicultura y sus chauchas que pueden ser consumidas tanto por los animales como por los seres humanos).
Al igual que otras especies de Prosopis, la planta produce goma ante condiciones de estrés térmico, hídrico o fisiológico, por eso las mediciones a campo se realizaron luego de podas. “Se monitoreó la exudación natural durante 30 días el mes de septiembre del 2020, a intervalos regulares de tiempo”, explicó Lorena Pernochi, otra investigadora del INTA. En cada oportunidad se extrajo material con identificación de los árboles productores y se cuantificó la masa de exudado obtenida.
“De un total de 156 árboles examinados, 64 se identificaron como productores (de la goma). Por planta se estimaron valores relativamente constantes, variando entre 1,58 y 1,61 gramos de goma por semana”, agregó Marcos Atanasio, otro integrante del equipo.
Los ensayos químicos estimaron que la goma del algarrobo presenta propiedades comparables e incluso superiores a la goma arábiga, entre ellos se destacó el contenido proteico que es 10 veces superior. “Esta es una de las características más sorprendentes, y ayudan a explicar en gran medida las excelentes propiedades emulsionantes y encapsulantes de la goma del algarrobo”, comentó Vasile.
El investigador de CONICET, también comentó sobre ensayos de toxicidad aguda demostraron que la goma no produjo efectos adversos.
Actualmente, se están desarrollando estudios del comportamiento de la goma en aplicaciones novedosas, tales como sistemas de vehiculización de compuestos biológicamente activos (antioxidantes, vitaminas y lípidos de alto valor nutricional).
Pero, lógicamente, el uso de este producto en la industria alimentaria requiere de su incorporación previa al Código Alimentario Argentino, necesitándose para ello complementar los estudios realizados con pruebas preclínicas que demandan gran disponibilidad de material.
En eso está este equipo.