Con la implementación del régimen del “dólar girasol” mejoraron los precios internos de la oleaginosa y, en consecuencia, se reactivaron las ventas y las declaraciones de embarques de aceite de girasol argentino.
Luego de semanas de registraciones espasmódicas de embarques de aceite de girasol, ayer jueves finalmente se declararon ante la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios exportaciones por 22.234 toneladas.
Ayer también se ajustó el valor FOB oficial –determinado por la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios– del aceite de girasol, el cual, luego de permanecer sin cambios desde el pasado 17 de marzo, finalmente pasó de 1020 a 1000 u$s/tonelada.
Más allá del pequeño ajuste, se trata de un valor FOB superior al de mercado, dado que, según datos publicados por la Bolsa de Comercio de Rosario, el FOB del aceite de girasol con embarque en puertos santafesinos se encuentra en 940 u$s/tonelada.
Al comparar la evolución del FOB oficial del aceite de girasol con el equivalente del aceite de soja argentino, ambos con embarque en terminales rosarinas, es evidente que uno viene “copiando” la tendencia bajista internacional y el otro no.
El dato no es menor porque el FOB oficial es el valor que se emplea, al momento de registrar una operación de comercio exterior, para calcular tanto el derecho de exportación (7,0% en el caso del aceite de girasol) como de la liquidación final de divisas una vez concretado el embarque.
Tal medida, si bien permite incrementar la recaudación por retenciones, conspira contra la capacidad de pago de las industrias aceiteras, a menos, claro, que el valor FOB oficial se vaya ajustando en las próximas jornadas en línea con los precios internacionales del producto.