El mundo del periodismo agropecuario está plagado de nombres propios. Uno de ellos, sin dudas, es el de Germán Gross, un reconocido comunicador de la ciudad cordobesa de Bell Ville que acumula 27 años de trayectoria.
Además de su programa insignia, “Costumbres Rurales”, transmitido por Canal Rural Satelital, “El Flaco” le ha encontrado el “gustito” a llevar adelante otros proyectos novedosos. Por eso, sale a menudo de los estudios televisivos para buscar historias por tierra, con su proyecto de recorrer Europa en bicicleta, o por aire, a partir del trabajo de difusión que hace junto a Fearca, la federación de aviadores agrícolas.
El encuentro de Germán con Bichos de Campo fue a propósito de la última edición del Congreso Mercosur de Aviación Agrícola, del que Argentina fue sede y fue llevado a cabo en Palermo. Pero, como siempre, es una buena oportunidad para “parar la pelota” y hacer lo que no muchas veces hace el periodismo: Contar su historia.
Aunque Germán viene “de otro palo” periodístico, ni bien conoció el sector agropecuario supo que era ahí donde quería estar. “Me fascinó porque es un terreno en el que todos los días uno puede construir y aportar algo”, expresó.
En su caso, recuerda, el comienzo de la historia fue en realidad fortuito. “Por accidente y por desprolijidad de algún director del canal”, como le gusta decir, le ofrecieron conducir el ciclo y, desde entonces, no se fue del aire.
Y a la vez está en el otro aire, porque trabaja junto a los aeroaplicadores para difundir las particularidades de la aviación agrícola. Es uno de los tantos proyectos que lleva adelante desde su productora televisiva, y la razón por la que fue elegido por quinta vez consecutiva para conducir el congreso celebrado semanas atrás en Buenos Aires.
Mirá la entrevista completa:
Tras años de campañas de desprestigio, y mucho desconocimiento, la tarea que lleva adelante Gross apunta a derribar ciertos mitos en torno a los aviones aplicadores, y comunicar las bondades de la actividad. Pero él considera que es una buena forma de despuntar el vicio y de sumarle algunos tantos a la adrenalina periodística.
“El cementerio está lleno de indispensables, pero esta es una actividad muy necesaria, muy loable y muy viable cuando se hace bien, con responsabilidad”, señaló, y pidió “no matar al cartero” -que sería el piloto- por lo que transporta. A fin de cuentas, sobre qué y cuando aplicar decide otro especialista, el agrónomo.
Lejos de adquirir una posición corporativista, y fiel a la postura que requiere la profesión, Germán asegura que falta aún mucho trabajo desde el propio sector para que el “lavado de cara” sea efectivo, sobre todo aún si hay algunas excepciones que ensucian el nombre de los aeroaplicadores.
“Van a lograr que se tenga confianza en esta actividad cuando demuestren que son eficientes y responsables, que no se salen de los parámetros y que hacen las cosas en tiempo y forma”, agregó.
Como buen capitán de su barco, que hace 20 años se llama “Costumbres Rurales”, Germán impulsó un proyecto para encontrar más historias productivas pero de una manera muy particular: Arriba de una bicicleta.
Fue una forma de unir pasiones personales con la tarea primordial de la profesión, que es ser útil con lo que cuenta. Es así como, en 2 ruedas, “El Flaco” ya recorrió el Camino de Santiago de Compostela en España y hará lo propio en Argentina, en búsqueda de esas tantas crónicas que emergen en cada rincón del interior, y que merecen ser contadas por quienes honran esta actividad.