Por Matías Longoni (@matiaslongoni).-
“Cuando sea necesario, ustedes hablen conmigo”.
Con esa frase, el ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, despidió a algunos importantes dirigentes rurales con los que se reunió la semana pasada. Fue en el marco de un operativo lanzado por la Casa Rosada para llevar tranquilidad al sector productivo luego de que a fines de mayo, y en el marco de la negociación que llevaba a cabo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro Nicolás Dujovne no diera por descartado un regreso de las retenciones a las exportaciones de granos.
La novedad es esa: un Frigerio que vuelve a mostrarse como interlocutor central frente un ruralismo que se preocupó mucho frente a la posibilidad de que el Ejecutivo pudiese apelar otra vez a la caja del agro para conseguir recursos. Como se había anunciado en diversas crónicas, el ministro del Interior volvió a integrar la “mesa política” que rodea a Macri y que hasta ahora se apoyaba fundamentalmente en el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y sus dos vices, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
Frigerio no se reunió con todas las entidades sino con una de ellas, que suele estar entre las más belicosas. Fue una respuesta política para descomprimir ante el pedido de audiencia que la deslucida Mesa de Enlace presentó en la mesa de entrada de la Casa de Gobierno, con ínfulas de querer sentarse directamente con Mauricio Macri. Pese a que el responsable de l apolítica agropecuaria, Luis Miguel Etchevehere, se desvive desmintiendo que el tema retenciones “esté en la agenda” del gobierno, la gestión del ministro de Interior resultó mucho más contundente.
Desde ese renovado rol de armador político, según las fuentes consultadas por Bichos de Campo, Frigerio no solo dejó una línea directa abierta entre el ruralismo y el gobierno de Cambiemos. Respecto de la preocupación puntual sobre las retenciones (que en el caso de la soja, las únicas que sobreviven, deberían seguir bajando a razón de 0,5% hasta fines de este periodo presidencial, en diciembre de 2019), el ministro recalcó que Mauricio Macri es el primero que se resiste a poner marcha atrás con dicho cronograma.
No fue el único gesto del oficialismo para con el sector agropecuario, luego de las grietas que habían aparecido las últimas semanas. También la semana pasada, la líder de la Coalición Cívica, la diputada Lilita Carrió, concurrió a la sede de Coninagro y mantuvo una extensa reunión con los cooperativistas. Fue un modo de acercar posiciones luego del pifie de la legisladora, que en lo peor de la crisis cambiaria reclamó a los productores que no retengan las ventas de soja.
“Fue una reunión muy positiva, que dejó muy conformes a nuestros productores, ya que pudieron expresarse y la legisladora planteó soluciones posibles y generó los vínculos para que cada sector pueda canalizar sus temas. Realmente estamos muy contentos con la posibilidad de generar espacios de trabajo que nos permitan alcanzar las soluciones posibles”, indicó el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, tras esa reunión, en la que Carrió salió comprometida a apoyar un proyecto de ley sobre economías regionales que impulsa esa entidad.
“Mi abuelo fundó la Junta Nacional del Algodón, así que sé cómo funcionan las economías regionales, este modelo es para las economías regionales y unos sabe cómo pueden revivir. Todo lo que se está haciendo en infraestructura, con el modelo de autopistas, y la vuelta de los trenes es una salida para las regiones, que pueden hacen prosperas a las provincias. Y el desarrollo de las provincias va naturalmente a corregir este sistema feudal y va a limpiar de corrupción a las provincias”, fueron algunas frases de Carrió destinadas a endulzar los oídos de los cooperativistas.
En una editorial que publicó en las últimas horas, Dardo Chiesa, el presidente de CRA, mostró el nivel de daño que produjo la incertidumbre instalada por Dujovne. El ruralista dijo que “ante las dificultades y el debate ante la necesidad de reducción del déficit fiscal, es importante que se entienda que el sector contribuye y cumple. Algunas cosas se ven a simple vista, otras hay que aprender a mirarlas”.
“La visión de subir derechos de exportación, de cambiar las reglas del juego, no sólo nos devuelven a épocas que creímos superadas, si no que vulneran el compromiso y la confianza, que generaron un proceso que no se debe detener. Por lo expuesto es que CRA hace un llamado especial a no cambiar el rumbo, a que el gobierno siga apostando al camino del crecimiento, del desarrollo, a la producción y al empleo. El sector cumple, lo ha hecho hasta hoy y lo seguirá haciendo”, enfatizó el dirigente.