Dos más dos es cuatro. Y porque las matemáticas son una ciencia exacta, los rumores sobre la implementación de un nuevo “dólar soja” (un tipo de cambio mejorado para que los productores vendan más rápido sus granos) no pueden ser desmentidos con facilidad. Por el contrario, se propagan rápido y suenan creíbles justamente porque dos más dos son cuatro.
Por un lado, el gobierno necesita urgente de dólares que ingresen en el Banco Central, donde las reservas han venido cayendo desde que terminó el operativo especial lanzado por Sergio Massa en septiembre pasado. Por otro lado, a pesar de que en aquel momento hubo una gran corriente de ventas por parte de los productores, que llegó a más de 13 millones de toneladas, se estima que en el campo quedan otras casi 13 millones de toneladas de soja disponible. Dos más dos es cuatro. Es inevitable pensar que el rumor de que se viene un nuevo dólar soja tiene fundamentos.
¿Cuántas toneladas de soja quedan disponibles hasta el ingreso de la próxima cosecha argentina?
Frente a esa posibilidad, Acsoja, la entidad que integra a los diferentes eslabones de la cadena de la soja (incluyendo a los exportadores que en septiembre pasado pactaron con Massa este operativo), salió al cruce. “Ante versiones de un nuevo sistema de cambio que consideramos genera distorsiones en la cadena y en los mercados agrícolas, Acsoja reitera que está en desacuerdo con la implementación de diferentes tipos de cambio”, dijo en un comunicado.
“Este tipo de medidas coyunturales, injustas y arbitrarias no suman al desafío de hacer crecer la producción, todo lo contrario generan confusión, trastornos y distorsiones en el trabajo cotidiano y dinámico para muchos actores de la cadena y de otras. Es evidente que los efectos de estas decisiones son negativos para todos. Sin dudas, el país requiere de políticas consensuadas con los sectores más dinámicos y para esto es preciso dialogar”, agregó el comunicado de Acsoja.
Luego insistió: “Es necesario contar con un tipo de cambio único pero real para toda la economía y un esquema fiscal equitativo”.
Uno de los problemas planteados por el primero dólar soja de septiembre, que premió con una suba de precios al productor de soja de 50 mil a 70 mil pesos por toneladas, fue que también aumentaron los precios del poroto para el consumo interno, afectando a quienes utilizan los subproductos de la soja para la cría de aves, cerdos, vacunos. También estas entidades forman parte de la cadena.