Desde finales del año pasado los contratistas rurales nucleados una Federación, FACMA, vienen reclamando medidas específicas para su sector, dado que por la sequía, están teniendo menos trabajo, y eso impide que en muchos casos puedan hacer frente a cuotas y compromisos de pago de maquinaria que adquirieron para llevar adelante su trabajo.
Incluso el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez alertó de esta situación a Bichos de Campo durante la realización de Expoagro, allá por inicios de marzo. En aquel entonces, Domínguez había dicho: “En la Argentina hay un actor que es el contratista rural, que es quien mayor impacto tiene de la sequía. Lo que se está viendo es que se están replanteando todas las estrategias de financiamiento, porque el productor esperaba tener un rendimiento que se ha caído mucho”.
Esto que enunciaba el oriundo de Chacabuco encuentra sostén ahora, cuando los rendimientos de los cultivos son bajos a nivel general, en el mejor de los casos. En otros casos ni siquiera se cosechó.
Y quienes trabajan levantando la cosecha son justamente los contratistas, que anticipándose a esta coyuntura, comenzaron en noviembre del año pasado a buscar soluciones pensando en los compromisos de pagos que se venían, y sin una certeza laboral concreta.
En aquel entonces empezaron las charlas con funcionarios de la Secretaría de Agricultura, pudieron reunirse en alguna ocasión, e incluso enviaron una carta a Sergio Massa contando la preocupación. No obtuvieron respuesta alguna, y el cansancio se transformó en desesperación.
Luis “Fredy” Simone es vicepresidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas, la citada FACMA, que nuclea a miles de trabajadores en distintas asociaciones a lo largo del país. Y Fredy además de cansado y enojado, manifiesta a este medio estar ofuscado. A tal punto que hace unos días publicó en sus redes sociales una carta expresando el malestar.
La carta de Simone finaliza de esta forma: “Lamentablemente así transcurren los meses, tocando puertas sin ninguna respuesta, sin contestación ni solución a nuestro pedido. Ya veníamos vaticinando los problemas que se iban a dar por la falta de cosecha y siembra, y demás labores. Una vez más los políticos hacen ´oídos sordos…ojos ciegos´, una vez más ignorando la producción, una vez más rascándose para adentro como si acá no hubiera pasado nada. (…) Esto se anticipaba y hubo cero prevención, dejaron que todo explote en las manos de cada uno de nosotros. Señores, da lástima que sean tan ineptos.”
“Estamos con el cansancio que amerita toda esta situación, que venimos no sólo con este problema que tenemos de la seca de hace meses, que lo venimos viendo y venimos sufriendo. Queremos tratar de que esto tenga una solución desde arriba, desde un ministerio o de un ministro, que a nosotros nos den una solución o por lo menos que lo visibilicen y que digan que esta gente está en problema en serio”, manifiesta Simone a Bichos de Campo.
Específicamente lo que solicita FACMA y Simone por su cuenta, tiene que ver con que el Gobierno Nacional y los provinciales intervengan ante los organismos de crédito para posponer los compromisos de pagos que no podrán ser cumplidos. Muchos de esos organismos son los bancos públicos como el Nación, Provincia de Buenos Aires o Santa Fe.
Simone narra: “Nosotros empezamos, en noviembre a mandar cartas y hacer cosas, porque estábamos viendo que se nos venía un problema, que eran las cuotas de las maquinarias que habíamos comprado con mucha esperanza de poderla pagar por medios propios. Tanto el productor como el contratista argentino, lo que hacemos es invertir cada minuto que tenemos, cada peso que tenemos, lo ponemos de vuelta en nuestro equipo, en nuestro campo, volcamos todo lo que tenemos”.
A su vez, la sequía complica no solo las labores habituales de los contratistas, sino que este año se generó un fenómeno extraño. Al estar toda la zona agrícola en la misma condición de sequía, no existe la posibilidad de trasladar la maquinaria y asentarse a trabajar a 200 o 300 kilómetros. Ahí pasa lo mismo, no hay para cosechar. O se cosecha con lo que se tiene a mano, y quienes invirtieron millones en maquinaria de última generación, quedan parados.
Simone lo explica de la siguiente forma: “Cuando vos compras una máquina, una sembradora, un tractor, sabemos que estamos generando un montón de cosas atrás, que son mano de obra, la puesta en marcha de fábricas todas las mañanas, y todos los días del año, así que es un aporte general de todo. A nosotros nos genera un riesgo. Estoy hablando de riesgo total, de un 70, un 80% de nuestra capacidad”.
A su vez, el contratista cuenta el fenómeno del transporte interno y el trabajo diario hoy en día: “Si vamos 300 kilómetros de nuestra casa, también está el mismo problema que nosotros, entonces no sería lógico movernos con la maquinaria para ir a otro lugar que está en la misma que nosotros. Estaríamos también afectando la economía de ese contratista, o colega que está en la misma que vos”.
Volviendo al hastío con la política y los dirigentes, Fredy cuenta que “es siempre revolver una ensalada que nunca se condimenta, y no se termina de comer nunca”.
“Nunca tuvimos respuesta, desde enero hasta la exposición grande que se hace en Ramallo, (por Expoagro) y ahí empezamos a comunicarnos con algunos funcionarios a los que les decíamos nuestra problemática. Algunos también de otros partidos dijeron que nos iban a ayudar. Tampoco hicieron nada, porque cuando ya empiezan las campañas políticas, todos te quieren ayudar pero nadie te ayuda. Vamos a decir lo que es: Para pasar a tomar un mate por nuestro stand, estaban, pero después no nos llamaron más”, resume Simone.
Para poner algunos números de lo que está mermando el trabajo tanto de Simone como de sus colegas, y en concordancia con las estimaciones de las entidades que se dedican al respecto, el contratista analiza: “Estamos levantando 700 kilos de soja, 80. En los mejores casos 1.500, 1.200. Cuando hablamos de campo en alquileres o campo arrendado, no se va a poder pagar ni el arrendamiento del campo al dueño, al propietario de la tierra. Y eso lo que lleva es la refinanciación del insumo para volver a sembrar todo. Es muy grande la zona en la que nos pasó esto. No podemos salir a laburar así”.
El panorama a futuro no es el ideal, ya que la siembra de trigo, que prometía ser la revancha de los que perdieron todo, hasta ahora parece no poner primera: “Nosotros todos estamos esperando que llueva. Tanto el contratista, como el productor, como el dueño de campo. Antes decíamos si llueven 150 milímetros sembramos. Hoy hay productores que están diciendo que siembran si llueven 70 milímetros, bajando las expectativas” haciendo referencia a las precipitaciones necesarias para empezar a encarar la siembra de los cultivos de invierno, como el trigo.
Se endeudan a lo pavo para ganar mas quita y después le piden al gobierno que denostaron durante todo el año que se haga cargo de sus deudas, hay gente que no tiene para comer porque se quedo sin trabajo y estos garcas quieren que el gobierno les pague sus chiches último modelo.
La angurria te llevo a hacer malos cálculos y no guardar nada para la época de vacas flacas que siempre ocurre jodete.
Siempre quieren la chancha, los veinte y la maquina de hacer chorizos
Más claro echale agua…la verdad buen comentario.
Una pregunta ❓❓,, y cuando los años les dan bien, se alinea todo, se llenan de guita, chata nueva , cuatro , moto BMW, auto cero, moto de agua , lancha, toda maquinaria nu va,,, que dan ,, que extra pagan??? Si venden y hacen todo lo que pueden en negro, pagan miseria a los empleados,, ahora que quieren, alguna vez les podía pasar y les pasó!!!
Ajo y agua