Luego de que el factor geopolítico interfiera durante dos jornadas en el proceso de formación de los precios internacionales de los cereales, finalmente el “apetito” por cubrir riesgos monetarios hizo subir a la “ola alcista” a los contratos futuros de maíz y trigo del mercado estadounidense CME Group.
De todas maneras, si bien el ajuste favorable se evidenció de manera notable en los precios del trigo, las cotizaciones del maíz siguen bajo “alerta”, lo que hizo que la posición más cercana (Julio 2022) terminara con una leve caída intradiaria, mientras que las restantes registraron subas poco significativas respecto de las alzas experimentadas por el resto de los productos agroindustriales.
Eso obedece al hecho de que la exposición comercial del maíz –también del sorgo– estadounidense en el mercado chino es muy elevada y un eventual conflicto de la nación asiática con Taiwán generaría un bache abrupto de demanda del cereal bastante difícil de relocalizar.
Lo que sucede con el valor de las materias primas básicas (commodities) y de los productos agroindustriales en particular es parte de un proceso de “cobertura cambiaria”, en el cual administradores de grandes fondos corporativos y de inversión relocalizan capital hacia activos que puedan defenderse mejor en un contexto inflacionario global.
Al observar la evolución, por ejemplo, del índice de materias primas Bloomberg Commodity Index Total Return –integrado por una canasta de futuros de productos básicos energéticos, metalíferos y agroindustriales–, es posible advertir que, luego de la caída generada por el “susto” del anuncio de la pandemia de Covid-19, a partir de mediados de 2020 comenzó a subir de manera sostenida en línea con la expansión monetaria instrumentada tanto en EE.UU. como en la Unión Europea.
Ese proceso incluso se acentuó en el comienzo de 2022, cuando quedó en evidencia la gravedad del problema generado por el exceso de oferta monetaria con la elevada inflación que empezó a observarse tanto en EE.UU. como en las naciones europeas.
El índice de commodities, uno de los tantos que existen en el mercado, más que un reflejo de la situación de oferta y demanda mundial de materias primas, en le actual coyuntura es una muestra del temor existente a perder capital con la “bola de nieve” inflacionaria presente en las principales naciones del mundo, la cual, tal como sucedió en las décadas del ’70 y ’80, sólo se puede desactivar con una suba de tasas de interés de referencia que generarían una recesión (y probablemente una depresión) económica mundial.