Hace unos pocos días en Bichos de Campo denunciábamos el evidente retraso en la difusión de las cifras sobre el stock bovino argentino. Finalmente este fin de semana el Ministerio de Agricultura dio a conocer ese dato clave para saber la salud del rodeo de vacunos del país. En frío, la noticia luce mala aunque siempre será peor no darla a conocer: Si al 31 de diciembre de 2019 se contabilizaban 54.460.799 cabezas, hacia fin de 2020 ese número de cabezas había caído a 53.517.534 cabezas. Es decir que había 943.265 animales menos.
Misterio: Siguen sin aparecer las estadísticas oficiales sobre el stock bovino argentino
Ese casi millón de bovinos menos en las existencias medidas al cabo de 2020, que equivale a una pérdida de menos del 2% del stock, merece ser analizado. Coincide con el récord de exportaciones de carne vacuna, que implicó el sacrificio de muchas vacas viejas pero también de otras que no lo eran tanto para llenar los contenedores que iban a China. Coincide con un notable encarecimiento de la carne en el mercado local, donde el consumo cayó en torno de un 10%. Coinciden, como siempre en la historia contemporánea, con la falta de planes oficiales para estimular la producción.
Ya habrá tiempo para desmenuzar esta cifra. Por lo pronto debe decirse que desde 2010 el stock venía recuperándose después del sacudón que le pegó el primer gran cierre de las exportaciones de carne entre 2006 y 2009. Pero que ese proceso de recomposición se detuvo en 2018, y que ya van dos años de caída continua en las cifras del stock bovino.
Quizás por eso, porque el resultado de la contabilidad de los vacunos volvía a ser malo, es que el gobierno trató de demorar todo lo que pudo la divulgación de un dato crítico para los analistas. Finalmente no hubo más remedio. y casi llegando a agosto se dio a conocer el dato que usualmente debería conocerse en abril. La excusa oficial, claro, fue otra diferente.
“El cambio en la estrategia de vacunación contra la aftosa de las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Misiones, generó retrasos en el análisis de la información recopilada con el objeto de realizar el cierre del stock bovino al 31 de diciembre del 2020”, explicó un informe del Ministerio de Agricultura, que explicó que durante la segunda campaña del 2020 en estas provincias, que registran el 55% del stock nacional, se vacunaron solamente las categorías menores. Por eso “resultó necesario analizar los datos una vez finalizada la primer campaña 2021 en la cual se vacunó a la totalidad de las categorías”.
¿Verdad o consecuencia? No importa. Lo importante es que tenemos una cifra. “El stock bovino al 31 de diciembre de 2020 cerró en 53.517.534 cabezas”.
Según esta radiografía ganadera, de las 53,5 millones de cabeza, casi 23 millones son vacas y además hay 7,6 millones de vaquillonas. La mala noticia es que hay solamente 2,3 millones de novillos. Por otro lado, entre terneros y terneras suman 14,2 millones de cabezas.
En diálogo con Bichos de Campo, analistas ganaderos que entienden del asunto dijeron que finalmente el dato no resultó ser tan malo como el que se esperaba, pues aunque siguieron cayendo las reservas ganaderas, “todavía tenemos un stock robusto, sigue habiendo vacas improductivas pese a que se faenaron unas cuantas, y a pesar de que hubo sequías importantes que perjudicaron el stock de terneros”.
El documento oficial indica que analizando los resultados por categoría se observa una leve disminución respecto al stock de 2019 de Vacas y Vaquillonas, en el orden de las 160.000 cabezas (-0,5%), y una disminución de 650.000 (-4,4%) cabezas para las categorías Terneros/as.
“La diferencia en las categorías terneros/as era esperable y se explica en relación a la disminución de vientres registrados en el año 2019 respecto del año 2018. Los terneros/as de diciembre del 2020 son el resultado de las hembras preñadas/en servicio de diciembre 2019, las cuales fueron 790.000 cabezas menos que las registradas el año anterior (diciembre 2018)”, se indicó en el análisis.
Además, como se dijo, se remarcó oficialmente que a la caída del stock de madres debe añadirse “eventos climáticos adversos que afectaron los resultados reproductivos”.
Respecto a las categorías de machos castrados (Novillo y Novillitos) y Toritos
(MEJ), el informe indica que se observó entre el cierre de 2019 y el de 2020 “una disminución respecto al año anterior del orden de 152 mil
cabezas (-2%)”.