Finalizó la cosecha argentina de maíz comercial 2023/24. Si bien restan por recolectar algunos lotes de segunda y tardíos en el sur del área agrícola, los mismos no modificarán la proyección de producción de 46,5 millones de toneladas realizada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
La campaña estuvo caracterizada por la llegada de una nueva plaga, el “achaparramiento del maíz”, que afectó a los maíces tardíos, particularmente las fechas de siembra posteriores al 15 de diciembre.
El rinde medio de los planteos tardíos se ubicó en 63,3 qq/ha (-17,8% respecto al promedio registrado entre 2018 y 2022). Por otro lado, los planteos tempranos tuvieron buenos resultados en la zona núcleo pampeana con un promedio un rinde de 102 qq/ha, lo que permitió frenar en parte la caída en la producción nacional. El promedio nacional fue de 64,9 qq/ha.
“Todo el centro y norte agrícola se vio afectado en alguna medida por el complejo de virus y bacterias –como Spriroplasma– asociado al vector Dalbulus maidis, lo que está teniendo un impacto en la intención de siembra de la campaña 2024/25”, indicó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“Luego de las lluvias de los días previos, la siembra está comenzando en el centro, asegurando el escape a la posible entrada de la plaga, aunque por el momento no se ha reportado presencia en las zonas de producción temprana del cereal”, añadió.
En las zonas más afectadas por la plaga, los rindes se cayeron. En el NOA la media registrada en 2023/24 fue de 42,0 qq/ha, mientras que en el NEA se ubicó en 31,4 qq/ha.
En tanto, en el centro-norte de Córdoba el rendimiento promedio logrado fue de 53,6 qq/ha, al tiempo que en el centro-norte de Santa Fe se ubicó en 40,3 qq/ha y en el centro-este de Entre Ríos en 65,4 qq/ha