La dinámica comercial del negocio agroindustrial argentino –el mayor generador de divisas de la economía– viene siendo condicionada por una política oficial diseñada para acelerar la acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central (BCRA).
En los últimos cuatro días hábiles se registraron Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de harina de soja por 2,19 millones de toneladas, un volumen equivalente al 7,3% de la oferta exportable total estimada del ciclo comercial vigente (2024/25).
Las registraciones de DJVE de maíz y poroto y aceite de soja –procedimiento administrativo indispensable para poder realizar embarques– también viene creciendo de manera sustancial cuando faltan pocos días para la expiración del régimen de rebaja temporaria de derechos de exportación.
El próximo 1 de julio el gobierno de Javier Milei volvería a incrementar los derechos de exportación del maíz y del complejo sojero. Para adelantarse a ese escenario, las compañías agroexportadoras vienen registrando en las últimas jornadas grandes volúmenes de harina y aceite de soja con el propósito de “fijar” embarques con una alícuota del 24,5%, la cual volvería a ser del 31,0% cuando expire el régimen. En el caso del poroto, la alícuota pasaría de 26,0% a 33,0%, al tiempo que en maíz sería de 9,5% a 12%.
El sistema normativo presente en la Argentina permite registrar exportaciones –con hasta un año de plazo de embarque– fijando con anticipación la alícuota del derecho de exportación en función del día de registro de la operación a partir de los valores FOB oficiales publicados por la Secretaría de Agricultura.
El plazo máximo para liquidar divisas desde el momento de cumplido el embarque de granos, harinas proteicas y aceites vegetales es de 30 días, según la normativa vigente. El régimen especial requiere que, para aplicar la rebaja de la alícuota del derecho de exportación, los agroexportadores abonen el 95% de las divisas de la venta en un plazo de hasta 15 días posterior al registro de la operación. Y ese es precisamente el objetivo del régimen de rebaja temporaria de retenciones: adelantar registraciones de DJVE para acelerar la recomposición de reservas internacionales por parte del BCRA.
Hasta el pasado 17 de junio el contrato de Soja Rosario Julio 2025 A3 reflejaba el “traslado” del beneficio impositivo generado por la registración de embarques con la alícuota rebajada, pero desde el 18 en adelante los valores de esa posición comenzaron a ubicarse en línea con el escenario posterior al 1 de julio.
El problema es que tal fenómeno se registra en un momento en el cual los precios internacionales de la soja –junto al resto de los granos– vienen cayendo fuerte, lo que podría provocar una marcada retracción de ventas por parte de los productores argentinos en las próximas semanas.