Hoy 17 de abril se celebra el Día del Malbec (Malbec World Day) en conmemoración a la inauguración de la Quinta Agronómica de Mendoza, en 1853, lugar donde se plantaron las primeras cepas de Malbec introducidas a la Argentina por el botánico francés Michel Pouget.
Se trata de la variedad más producida, consumida y exportada de la Argentina. Y es también la “marca” emblemática de los vinos argentinos en el mercado global.
Los argentinos, si bien no están pasando por un buen momento económico y social, tienen la suerte de contar con vinos Malbec de muy buena calidad a precios excepcionales que son difíciles o directamente imposibles de conseguir en otras partes del mundo.
Los vinos Malbec básicos, que son productos muy nobles, como puede ser El Bautismo, Cafayate, El Portillo o Alma Mora, se consiguen en cadenas de supermercados a valores que, gracias a la abundante oferta disponible y el atraso cambiario promovido por la política económica, oscilan entre 2,3 y 3,5 dólares. Y por 5,0 a 6,0 dólares se pueden comprar vinos Malbec excepcionales tanto de la zona de Cuyo como de Salta y, últimamente, también de la Patagonia.
Para tener como referencia, en Chile un vino básico, como puede ser el Carmenere Casillero del Diablo, se comercializa en góndola a un precio que no baja de los 7,0 dólares. Y para poder beber un vino de buena calidad, que en la Argentina se consigue en el rango de 5,0 a 6,0 dólares, en Chile es necesario desembolsar el doble de esa cifra.
Así como el Malbec argentino es excepcional, también lo es contar con la posibilidad de acceder a un producto codiciado en muchos mercados del orbe a valores increíblemente bajos, aunque la crisis económica presente en el país no permita evidenciar ese hecho para la mayor parte de los consumidores locales. ¡Salud!