Fedrico Trucco es el CEO de Bioceres, empresa argentina que acaba de presentar en sociedad un material con el que vienen trabajando hace diez años: el primer trigo transgénico del mundo. No es cosa menor, un grano que es de consumo humano directo y que por tanto provoca temores y debate. El Gobierno, en su instancia política, ha decidido por ahora no autorizar la venta de la semilla por temor a perder los principales mercados externos para el cereal, fundamentalmente Brasil que se lleva cerca de un tercio de la cosecha argentina.
Trucco encaró el tema, en una jornada en Pergamino donde se presentaron ensayos a campo del trigo HB4, que tiene tolerancia a la sequía. Para el ejecutivo, hay muchas oportunidades que se le abren al país siendo pionero en el tema. “Hagamos de nuestra principal dificultad, una fortaleza”, dijo refiriéndose a la crisis que vive el país. “Que la situación de pobreza nos lleve a tomar riesgos que siendo ricos no los tomaríamos”. Luego agregó que “el temor es una respuesta natural y un lujo de los ricos, digo yo. Claro que hay miedos que tenemos que minimizar, pero viendo el valor de esto y el salto evolutivo que representa… Hay que hacer lo que otros no han hecho”, fundamentó Trucco a Bichos de Campo.
El nuevo trigo transgénico HB4 (que trae un gen de rusticidad a la sequía del girasol) gana según los ensayos presentados por Bioceres entre 10 y 20% más de rinde en aquellas zonas con limitado régimen hídrico y permitiría expandir el área del cereal al sudoeste de la provincia de Buenos Aires o la zona de la Cuenca del Salado, ya que además tolera mejor la salinidad.
Aquí la entrevista completa con Federico Trucco:
Luego se refirió al espíritu de la empresa que forma parte y ya tiene 17 años. Fundada por 23 productores agropecuarios y miembros de Aapresid, incluído su padre, el referente en siembra directa Víctor Trucco. “Las soluciones no se obtienen con fuerza bruta -como pueden hacer las grandes multinacionales-, se obtienen con ganas, dedicación, creatividad, pasión y amor; las ideas más disruptivas pueden venir de cualquier lugar. Eso es lo democrático de la ciencia. Monsanto fue una empresa chica en algún momento”, argumentó.
“En la Argentina estamos siempre muy enojados con nosotros mismos, tenemos que empezar a querernos más. Y nosotros queremos construir puentes”, dijo sobre Bioceres.
Por último destacó la importancia y calidad de científicos que existen en el país: “Gracias a Dios, es un merito que todos los argentinos tenemos. Hay 2400 investigadores de ciencia de la vida y no pasa en muchos lugares esto”, señaló. “Es la materia prima”, finalizó Federico Trucco.