Otra vez cortocircuitos entre las petroleras y el sector de los biocombustibles. Las primeras pidieron al gobierno reducir el corte del 12% para las naftas y del 10% para el gasoil. Además, no se firmó aún una resolución con los nuevos precios para el bioetanol y el biodiésel. Los fabricantes de estos renovables denuncian que los precios están retrasados y que muchas plantas de las 54 que están distribuidas en 10 provincias (Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán, Jujuy y Salta), están paradas.
“Esto va más allá del precio, porque la realidad es que ni siquiera publicaron los precios de enero, y la industria ya viene muy golpeada. Esto implica seguir sacándole valor agregado al campo”, dijo a Bichos de Campo Federico Pucciarello, miembro fundador de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb).
Es por eso que la Liga Bioenergética de la cual Pucciarello es miembro, y que alienta el uso de biocombustibles, alertó que si ese pedido de las petroleras avanzaba se pondrían en riesgo los 10.000 puestos de trabajo que genera la actividad de los biocombustibles en diez provincias.
El titular de Rosario Bioenergy, que elabora biodiésel a partir de materias primas obtenidas de la producción agropecuaria y del reciclado de aceites vegetales usados- el aceite de soja representa el 90% de la materia prima-explicó que “poner el duda el plan de biocombustibles es como poner en duda la política energética y de diversificación de la matriz”.
Acerca de la diversificación energética que se persigue en Argentina, el miembro de La Liga Bioenergética expresó que “Vaca Muerta es parte de ese proceso, y a pesar de que en lo personal no estoy de acuerdo con este proyecto, porque no hay estudios ambientales, sociales y económicos que indiquen que Vaca Muerta será rentable a futuro”.
Para el empresario, “los argentinos hemos tomado un rumbo sin información. Sin embargo nos metemos en el tren de las modas y creemos que Vaca Muerta nos va a salvar, pero el petróleo no ha salvado a ningún país, excepto Estados Unidos y Noruega”. Remarcó que “no puede ser que no tengamos una política energética a 20 o 30 años. Argentina es el único país miembro del G20 que no tiene una política energética”.
Escuchá el reportaje completo realizado a Federico Pucciarello:
Pucciarello agregó que “Axion está cortando hoy con el 1%, o sea que es lo mismo que no esté cortando, e YPF está por debajo del 6%. De modo que lograron su objetivo de convertir al país con emisiones muchísimo más elevadas, y en bajar la calidad de los combustibles, porque el combustible fósil tiene azúfre y el biodiésel no tiene. Los motores que ya venían seteados al 10%, hoy tienen un desafío”.
En torno al gobierno, Pucciarello indicó que “el secretario de Energía, Sergio Lanziani, está totalmente ausente de esta problemática. No ha respondido a las cartas o pedidos de audiencia que le mandamos y debe saber que las plantas están totalmente paradas desde hace un mes entero”.
A diferencia de los combustibles fósiles, Pucciarello explicó que “los biocombustibles son estacionales y siguen el precio del aceite crudo de soja. Entonces, si vemos las planillas del año pasado, cuando empieza a bajar el aceite por la cosecha, el biocombustible baja, y sin embargo el combustible fósil subió hasta 8 veces más de lo que subió el biocombustible durante el año 2019, y esto se repite desde hace 10 años. Después las petroleras dicen que si aumentan los biocombustibles deben aumentar los valores en el surtidor, y así manejan ese miedo en la gente y políticos diciendo algo que es totalmente falso”.
Para el miembro de la Cepreb, “hoy ganan las grandes petroleras yendo a contramano del mundo, porque Brasil aumentó los cortes de los biocombustibles para favorecer a la agroindustria. Estados Unidos hizo lo mismo anunciando el biocombustible B20, Finlandia el B30, Indonesia el B40, y hasta Perú lo hizo. En cambio, nosotros no entendemos que los biocombustibles son un eslabón más de la cadena del valor agregado en el campo”.
“Volver a la primarización de las exportaciones para que otro le de valor agregado en otra parte del mundo, es realmente un despropósito”, se lamentó Pucciarello.