Luego de que, tal como denunció oportunamente Bichos de Campo, se evidenciara que el Fondo Estabilizador de Trigo Argentino (FETA) estaba diseñado para beneficiar especialmente a un grupo empresario, el gobierno de Alberto, Cristina y Sergio insiste, por algún motivo, en mantener vigente ese fideicomiso a pesar de que no generó mayor impacto en la supuesta contención de los precios de los panificados.
En ese marco, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) puso de manifiesto, en referencia al FETA, “la disconformidad del conjunto mayoritario de molinos que la componen acerca de la decisión del gobierno nacional de continuar financiando un mecanismo de compensación ineficaz y parcial para la harina”.
Por medio de un comunicado, FAIM dijo que la justificación para la intervención del mercado de trigo se basó en el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, pero –avanzado el conflicto– esa situación ya no tiene vigencia. Por ende, sostuvo que la reciente extensión del FETA por medio del decreto 288/2023 “es innecesaria e inconveniente, por lo que se solicita su derogación”.
La entidad que agrupa a los mayores molinos argentinos señaló que “las medidas para asegurar el acceso al pan deben concentrarse en la demanda y no en la oferta. Carece de sentido mantener un sistema que no ha logrado su objetivo de estabilizar el precio del mismo e inclusive de los otros productos farináceos”.
“La herramienta dilapida recursos del Estado, perjudica seriamente la libre competencia en la industria molinera y fomenta inequidades comerciales en la cadena de valor del trigo; así como tampoco ataca las raíces del problema, ya que la incidencia de la harina en el costo total del producto terminado es insignificante y para comprobarlo existen infinidad de informes técnicos de distintas entidades”, remarcó.
En este contexto, el conjunto mayoritario de socios de la FAIM solicitó desactivar con urgencia “este sistema de subsidios que perjudica seriamente a la enorme mayoría de los molinos, todos ellos de capital nacional; y además expresa su ánimo de participar en la definición de la transición hacia un sistema que deje atrás la emergencia y que sea eficaz para resolver el problema de la seguridad alimentaria”.