Las importaciones de maíz por parte de China en el presente ciclo comercial 2020/21 probablemente alcancen un récord de 28 millones de toneladas a medida que la nación asiática reabastece sus reservas internas en un marco de creciente demanda interna de proteínas animales.
Así lo indica un informe de la oficina en Beijing del Servicio Agrícola Exterior del Departamento de Agricultura de EE.UU (USDA), el cual “blanquea” algo que ya se venía comentando hace semanas en el mercado internacional: el hecho de que China comprará mucho más maíz del inicialmente estimado.
El último informe oficial mensual de oferta y demanda global de commodities agrícolas publicado por el USDA menciona que China importaría 24 millones de toneladas de maíz en 2020/21. Pero, según los funcionarios del USDA que trabajan en Beijing, a ese número es necesario agregarle cuatro millones de toneladas más.
“El crecimiento se atribuye a un déficit de oferta de maíz que se cubrirá con importaciones para satisfacer tanto la reposición de reservas como la continua demanda de recursos forrajeros”, señala el informe de la oficina de Beijing.
El documento también indica que “China ha agotado su reserva temporal de maíz” y que tanto los especuladores como las fábricas procesadoras “están acumulando existencias de maíz por temor a futuras interrupciones de la cadena de suministro y preocupaciones sobre problemas relacionados con el clima que podrían reducir la producción”.
Pero el informe no menciona cuáles serían las causas detrás de las “futuras interrupciones de la cadena de suministro”, aunque una de las hipótesis probables es un conflicto bélico entre China y EE.UU. iniciado luego de una invasión a Taiwán por parte de la nación asiática.
El crecimiento de la proyección de importación de maíz por parte de China representa un factor alcista explosivo en un momento en el cual EE.UU. agotó ya su saldo exportable del cereal y debe concretar embarques con sus reservas internas hasta el ingreso de la nueva cosecha en septiembre próximo.
A partir de 2021/22 el USDA estima que las necesidades de importación de maíz por parte de China se morigerarían a partir de un aumento de la producción interna, aunque, en la actual coyuntura, tal pronóstico es ciencia ficción.