Se acerca el fin de año pero la usina de pensamiento estratégico del gobierno de Javier Milei no se detiene: En la Secretaría de Agricultura que comanda Sergio Iraeta preparan un ambicioso plan de reforma agraria necesario para poder volver a repoblar el campo argentino y poder conseguir así la mano de obra necesaria para hacer frente al que consideran el talón de Aquiles del actual boom que vive la ganadería y otras actividades rurales, que es la falta de mano de obra calificada.
En esta nota, Bichos de Campo adelanta ese plan que sería anunciado en los próximos días por el mismísimo presidente de la Nación, quizás hasta por cadena nacional.
“No se consigue gente que quiera trabajar”. “Nadie quiere vivir en el campo”. “No hay conectividad y entonces los trabajadores son muy escasos”. “Las escuelas rurales cierran y entonces los chicos se tienen que ir al pueblo a estudiar y se desarma la familia”. Frases como esas, que son verdaderos diagnósticos sociológicos sobre la situación de despoblamiento acelerado que se vive en todas las zonas rurales, cualquiera sea su actividad principal, han dado origen a una línea de trabajo muy intensa en los despachos de la Secretaría de Agricultura.

La escasez de mano de obra es sumamente preocupante especialmente en la ganadería, actividad dominante en toda la geografía, y en esto coinciden funcionarios y analistas: La falta de gente que sepa manejar el lazo y el alambrado eléctrico amenaza todo el proceso de recuperación que se ha iniciado en base a las señales que viene dando el negocio a los productores. Hay un boom ganadero que se refleja en los altos precios de la hacienda, en todas las categorías. Y todos los análisis consideran que es momento de invertir en mejoras y retener hembras para incrementar el stock y el peso promedio de faena. Así una Argentina que ya dejó atrás a Guillermo Moreno y cualquier posibilidad de restricción a las exportaciones de carne, podría explotar en producción y generar riqueza genuina. Pero, de nuevo, existe un problema: no hay demasiada gente interesada en calzarse las botas y pisar la bosta y el barro.
Este diagnóstico crudo pero certero llegó a oídos del presidente Javier Milei, junto al dato de que la Argentina exportará carne vacuna por 3.500 millones de dólares este año, pero podría haber exportado mucho más porque la demanda internacional no tiene techo y por eso paga precios hasta 30% más elevados que los del año anterior. Milei se interesó especialmente en este asunto porque le prometió a su amigo, el presidente estadounidense Donald Trump, que la Argentina podrá abastecer con tranquilidad una cuota americana que pasará de 20.000 a 80.000 toneladas cuando se firme el acuerdo comercial entre ambos países.
“¡Sería un papelón que hayamos conseguido esa mayor cuota y no podamos cumplirla!”, se ofuscó Milei cuando sus asesores directos le dijeron que la ganadería está presionando demasiado sobre su stock, que hay que producir más, pero que la mayor dificultad para hacerlo es que no se consigue mano de obra en cantidades suficientes.
Antes de abandonar su cargo para volver a la actividad privada de la cual nunca quiso irse, el secretario de Agricultura y productor Sergio Iraeta, tomó esta misión, porque quiere además hacer algo de su propio cuño, dejar estampada su marca en la gestión libertaria. Según testimonios recogidos por este medio entre sus colaboradores, Iraeta se ofusca cada vez que alguien recuerda que llegó al puesto solo por ser el concuñado político de Juan Pazo, el ex coordinador de Producción y ex titular de ARCA, quien ya abandonó el gobierno. “Sergio se enoja cuando escucha que está de regalo en Paseo Colón y quiere mostrar que siempre tuvo iniciativa propia”, explica uno de sus principales asesores antes de aprestarse a contarnos el ambicioso plan oficial para llenar los campos de gente capacitada para trabajar en ganadería.

Para el diseño de este programa, que todavía no tiene nombre, el equipo del alto funcionario no se corrió ni un milímetro del ideario libertario que enarbola el presidente Milei. El líder político más relevante de América Latina ha dicho varias veces que su proyecto se basa en “el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el Principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad”.
Iraeta, que maneja sus campos de Lobería desde un cómoda casona de Barrio Norte, coincide en que el derecho a la propiedad debe ser una de las bases del progreso individual del hombre, puesto que esa propiedad y su usufructo luego es la que garantiza ingresos que a su vez le aseguran a la persona un pleno ejercicio de la libertad y buenas condiciones de vida, los otros dos derechos proclamados por Milei.
Por eso, más que en construir caminos rurales adecuados, asegurar buenos salarios a los peones, o garantizar la llegada del WiFi para que puedan comunicarse con sus familias, el secretario de Estado planea llevar adelante un ambicioso “plan de reforma agraria a la criolla”, para lograr que quienes pueblen el campo argentino y trabajen activamente para potenciar el boom ganadero sean realmente propietarios de sus tierras y no simples empleados.
“Es cierto que el término reforma agraria está teñido de ideología comunista, pero no es real que un movimiento como el nuestro, que hace justamente culto del derecho a la propiedad, no deban trabajar en este aspecto, especialmente ahora que se necesita tanto del repoblamiento de todo el interior”, explicó el funcionario cercano a Iraeta. En los pasillos de Agricultura, además, saltaron de alegría cuando descubrieron que con este plan podrían quitarle una de sus principales banderas al dirigente social Juan Grabois, quien siempre pregona a favor de una “reforma agraria” para permitir el acceso de más argentinos a una porción de tierra productiva.
“Lo vamos a dejar sin argumentos”, dicen los funcionarios libertarios sobre el dirigente piquetero que, hace unos años, fue protagonista de uno de los episodios más grotescos en esta materia, al avalar y apoyar con sus militantes la toma de una de las estancias entrerrianas de la familia del ex presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere. Hay muchos vasos comunicantes: Uno de los hermanos del también ex ministro macrista, recuerdan, ha sido además candidato a gobernador de Milei en esa provincia.

-¿Y qué diferencia tiene la reforma agraria libertaria de la que plantea Grabois?- preguntamos con curiosidad.
-Con Grabois coincidimos en que cualquiera trabaja mejor y produce más si tiene el título de propiedad a su nombre. Pero hay diferencias sustanciales entre el sijero social que representa cada uno. No cualquiera puede ser gaucho y mucho menos trabajar en ganadería como se necesita. ¡Imaginate que Grabois quiere ponerle impuestos a los pedos de las vacas! Él representa a los Quispe o a los Mamani, que se la pasan comiendo poroto e incluso compiten con los bovinos en la emisión de gases del efecto invernadero.
El asesor ganadero de Iraeta no quiso decir a qué apellidos representan ellos. Pero algo sugirió al garabatear sobre un papel una frase que identifican con claridad las diferencias con el dirigente social kirchnerista. Puso: “Gauchetos no es igual que gauchotos”.
“Mirá, a la vasta geografía nacional tenemos que repoblarla con quienes realmente quieran y sepan trabajar, no con quienes solamente pretenden romper el equilibrio fiscal para volver a vivir de los planes sociales”, indicó entusiasta el vocero. Luego recordó que el propio presidente Milei ha sido muy claro en torno a definir las razones de este problema de despoblamiento en las zonas rurales. Según esta visión, eso no sucede porque en el campo no haya buenas condiciones para vivir sino por culpa de la Ley del Aborto.

“Nos hubiéramos ahorrado bastantes asesinatos en el vientre de las madres”, declaró el Presidente hace unos meses, al trazar una línea de causalidad directa entre la caída de la tasa de natalidad que se registra en el país desde 2014 y la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo aprobada en 2020.
“Ahora se están dando cuenta que se les pasó la mano en atacar a la familia, en atacar a las dos vidas. Y ahora lo estamos pagando con caídas en la tasa de natalidad”, indicó Milei en aquel discurso.
Como sea, al gobierno le preocupa que la tasa de natalidad este cayendo porque eso significa que tampoco a largo plazo habrá mano de obra suficiente en el interior del país para poder sostener las previsiones de crecimiento de la ganadería y otras actividades. De allí que la idea recurrente en Agricultura sea siempre la misma: hay que llenar el interior de nuevos propietarios, para que sean ellos los que impulsan la nueva ganadería que se necesita.
-¿Y cómo se hace esa reforma agraria a la criolla?- insistimos, como para comenzar a despejar nuestras dudas.
-Cuando Grabois hizo ese papelón de tomar una estancia para sembrar perejil, encumbrados dirigentes de Carbap le recordaron que en este país “la reforma agraria se viene haciendo hace muchos años; se hace de noche y en la cama”. Bueno, nosotros también creemos en eso. Estamos convencidos de que esa es la mejor manera de llevar a cabo una reforma agraria que conforme a todos, a través de una continua subdivisión de las explotaciones agropecuarias.
Luego enfatizó: “Imaginate a cientos de miles de descendientes de los Pereyra Iraola, de los Anchorena, de los Crotto, o de los Grobocopatel inclusive. Cada uno con su porción de campo propio, incorporando nuevos conocimientos y tecnología, haciendo asociaciones provechosas. Ellos seguro no se querrán aprovechar del dinero público ni pondrán en peligro el equilibrio de las cuentas fiscales. Cada uno de ellos bajará la internet de Elon Musk y de ser necesario arreglará los caminos con maquinaria propia. Seguramente con el tiempo se crearán colegios privados y hasta clínicas en todo el interior, porque toda esa gente demandará servicios esenciales”, graficó.
El plan oficial, en ese aspecto, reconoce que aunque la reforma agraria libertaria ya estaría en marcha desde hace décadas, los tiempos biológicos no coinciden con las necesidades imperiosas de la República: se debe incrementar el stock bovinos cuanto antes para poder atender a los insaciables mercados de carne.

De allí que la base de la reforma agraria libertaria que anunciará Milei en los próximos días seá un conjunto de medidas para tratar de acelerar estos procesos naturales, así mucha más “gente de bien” se suma a la patriada ganadera y se apuren los trámites sucesorios en las escribanías de todo el país. Por cierto, en el proyecto de reforma fiscal impulsado por el gobierno ya hay una señal en ese sentido, al proponer eliminar todo tipo de impuesto o sellos derivados de las herencias.
“Fijate además en el RINI incluido en la reforma laboral enviada al Congreso. En ese capítulo se incluyó la amortización acelerada de Ganancias y la devolución del IVA a ciertos proyectos agropecuarios. Se dará prioridad a aquellos que incorporen riego o mallas antigranizo, pero también a los que optimicen los manejos reproductivos en el campo. El secreto es que ese anteproyecto no define especies. Todos suponen que se refiere a la bovina o posiblemente a la bubalina, los búfalos. Pero no dice nada. Ese blanco es adrede para poder apoyar impositivamente también a quienes decidan ampliar su propia familia. Si funciona ese régimen, en veinte años tendremos varias nuevas camadas de potenciales jóvenes ganaderos que exigirán su propio pedazo de campo”, se explayó el informante.
Luego aclaró que no es tanto el tiempo que habrá que esperar, teniendo en cuenta que cuando uno piensa en invertir en ganadería tiene que esperar al menos cuatro o cinco años para ver los frutos de su trabajo, convertido en una media res al gancho.

-¿Le han presentado este plan a las entidades de la Mesa de Enlace?- repreguntamos.
-Todos piensan que el lunes pasado nos reunimos con ellas para hablar sobre el INTA, pero ese no fue el único asunto que se trató. Este plan de reforma agraria a la criolla se les presentó y todos lo vieron con muy buenos ojos y nos felicitaron por tomar la iniciativa. Incluso desde algunas entidades ya se comenzaron a barajar propuestas para mejorar este programa de repoblamiento ganadero.
-¿Qué tipo de propuestas?
-Se está pensando en hacer un gran encuentro nacional de ateneos rurales de todas las entidades, en algún lugar aislado y que dure por lo menos veinte días, para propiciar la formación de nuevas parejitas. Y la SRA está pensando en la próxima Rural de Palermo en uno de sus pabellones, posiblemente en ese llamado Martínez de Hoz, cambiar los corrales para equinos en una serie de “reservados” que funcionen a la par de los cada vez más populosos “after” que se hacen en el patio cervecero a lo largo de toda la muestra, y que reúnen a millares de pibes.





Esta nota es una joda del día de los Inocentes, no?
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