El ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, reclamó este miércoles a los diputados y senadores que discutan, modifican y aprueben este mismo año una nueva Ley de Semillas, a la que pidió denominar a partir de ahora como “Ley INTA”, con el argumento de que ese organismo público es el mayor generador de nuevas variedades y, sin embargo, tampoco cobra regalías por ese tipo de investigaciones. Es esa situación la que se busca subsanar justamente con el proyecto que el Poder Ejecutivo envió al Congreso.
La Ley de Semillas es un reclamo de vieja data en el sector agrícola, en especial de la mano de las grandes empresas multinacionales que se dedican a los cultivos extensivos, en especial soja, maíz y trigo, que se han venido quejando de la falta de un marco legal adecuado en la Argentina que les asegure el respeto de la propiedad intelectual de las nuevas tecnologías introducidas a las semillas, especialmente los eventos transgénicos. En rigor, la ley vigente data de 1973, cuando ni siquiera existía la biotecnología como la conocemos hoy.
En la inauguración del congreso anual de AAPRESID, un entidad tecnológica que siempre ha levantado esta bandera, Etchevehere realizó un encendido alegato para que el Congreso Nacional recoja de una buena vez esta demanda del sector agropecuario, donde muchas voces denuncian que la Argentina dejará de recibir o generar nuevas tecnologías agrícolas si no resuelve el vacío legal existente.
“Amigos, es necesario que de una vez tengamos esa nueva Ley de Semillas”, dijo Etchevehere aludiendo a los legisladores. Luego propuso llamar a esa normativa como “Ley INTA”, ya que ese organismo tiene más de 1.000 variedades de semillas en el mercado, correspondientes a 130 especies, y tampoco recibe un reconocimiento de los productores por esos desarrollos tecnológicos. El ministro además enfatizó que una ley que resguarde los derechos de los obtentores beneficiaría a muchos cultivos regionales. Como el congreso de AAPRESID se realizaba en Córdoba, citó estratégicamente al maní, un cultivo característico de esta provincia.
Ver: Muchos cerebros juntos pidiendo por una nueva ley de semillas
La discusión para que se actualice esta legsialción viene de hace muchos años, en especial de la mano de los planteos de la empresa estadounidense Monsanto, que incluso litigó contra el Estado Argentino en los tribunales europeos para cobrar regalías por su primera soja RR, a principios de este milenio. Más recientemente, esa firma ahora absorbida por Bayer, llegó a montar su propio sistema de cobro -al límite de la legislación vigente- para obtener un retorno económico por su segunda soja de la variedad Intacta. Por eso muchos ambientalistas que se oponen a la multinacional denominan a esta legislación como “Ley Monsanto”.
Es esa lógica la que ahora pretende cambiar el ministro de Agroindustria al proponer que se hable de la “Ley INTA”, ya que son muchos los perjudicados por un marco legal además de algunas multinacinales. Etchevehere, desde que asumió hacia fin de año pasado, timoneó una serie de negociaciones con el sector privado, de las que surgió un documento de consenso, que fue utilizado como base del anteproyecto de ley que le Ejecutivo envió en las últimas semanas al Congreso.
El debate comenzó en las últimas semanas en la Comisión de Agricultura de Diputados, aunque “estarían faltando un par de firmas” para obtener un dictamen favorable para poder trasladar el proyecto al recinto, según dijeron a Bichos de Campo fuentes de la industria semillera.
La ley de semillas.debe proteger con regalias.las variedades.por un maximo de 5 años.Luego deben ser liberadas a la comercializacion.sin mas pago del canon.Esto asegura el acceso a seminuevas tecnologias a pequeños productores.Estoy absolutamente de acuerdo con la erradicacion de la bolsa blanca.Pero las regalias.no deben ser excesivamente honerosas.