Esteban Serra es el director de Horticultura, Floricultura y Fruticultura de la Provincia de Buenos Aires. Una provincia con 17 millones de habitantes que necesitan hortalizas para una dieta variada, y que por ello cuenta con varios polos productivos rodeando a las grandes ciudades como Bahía Blanca, Mar del Plata y Buenos Aires. Uno de los cinturones más grande y productivos es el que rodea a la ciudad de La Plata y se extiende hasta Florencio Varela y Berazategui. En toda esa área totalizan 10 mil hectáreas productivas: Unas 7 mil de ellas bajo cubierta y el resto a campo.
Aquí hay distintos actores productivos, los productores grandes y medianos son en su mayoría descendientes de inmigrantes italianos o portugueses que se han establecido en la zona desde hace varias décadas y pudieron adquirir su tierra propia. Por otro lado, los actores de la comunidad boliviana, migrantes también pero desde hace menos años que no suelen disponer de un terreno a su nombre. Están obligados a arrendar para producir y esto supone dos consecuencias además del costo extra: enfrentan un marco de poca previsibilidad y no pueden hacer inversiones considerables en infraestructura.
Serra es consciente de las diferentes problemáticas que cada actor tiene. Y dice que desde el Estado están trabajando sobre ello. “Con el ministro (de Agroindustria bonaerense) Leonardo Sarquís tomamos el compromiso hace tres años de ayudar a los medianos con los canales de comercialización y temas laborales. Y con los pequeños, el tema de la formalización, comercialización y acceso al financiamiento. Esos son los tres ejes en los que más trabajamos. Un problema crónico para estos últimos es el acceso a la tierra, muy costoso cada año”, dijo Serra.
Aquí la entrevista completa con el director bonaerense:
Otro problema complicado para los pequeños productores es la comercialización a buen precio de su mercadería. Existe lo que se llama las ventas a ‘culata de camión’. Las realizan intermediarios transportistas que pasan por las puertas de las quintas, se llevan lo que está maduro y pagan, según cómo les fue en el mercado, usualmente a los siete días.
Bajo esta modalidad los productores usualmente pierden. Por esto, desde el ministerio de Agroindustria bonaerense han trabajado en acercar a los quinteros directamente con los consumidores, especialmente a partir de la construcción de acopios para poder conservar y preparar la mercadería.
Es el caso de la cooperativa Moto Méndez, que logró vender sus hortalizas directamente a la cadena de hoteles Hilton. La cooperativa está formada por 32 familias de productores bolivianos que han logrado organizarse para comprar 4 hectáreas propias y trabajarlas entre todos. Para estos productores llegar con un mejor precio al no tener intermediarios les acomoda un poco la situación.