La primera visita de Jair Bolsonaro a los Estados Unidos trajo noticias no muy alentadoras para la Argentina. Por un lado porque el presidente de Brasil mostró que negociará sin consultar demasiado a la diplomacia de la Argentina ni a sus otros socios del Mercosur. Después, porque como gesto para recuperar el mercado estadounidense para la carne brasileña, Brasil cedió un importante cuota de trigo a los estadounidenses, que ahora competirán en el principal mercado para el cereal argentino.
El intercambio de gentilezas entre las dos grandes potencias de América se concretó tras la reunión este martes de los presidentes Bolsonaro y Donald Trump. Luego de ello, el gobierno de Estados Unidos divulgó un comunicado conjunto informando que acordó dar nuevos pasos para liberar la compra de carne brasileña.
De acuerdo con la nota, se programará una visita técnica del Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del Departamento de Agricultura (APHIS) para auditar el sistema de inspección de carne bovina de Brasil. Esto sucederá tan pronto como el gobierno brasileño suministre una serie de documentación sobre sus planes de seguridad alimentaria.
Además, Trump y Bolsonaro instruyeron a sus equipos a negociar un Acuerdo de Reconocimiento Mutuo en relación a sus programas de comercio confiable. Esto reduciría los costos de exportación para las empresas estadounidenses y brasileñas.
Como se venía especulando en las últimas horas, Bolsonaro confirmó por su parte que Brasil creará una cuota para permitir la importación de 750 mil toneladas anuales de trigo de los estados Unidos con arancel cero. Para ello no hace falta un acuerdo con los demás socios del Mercosur, ya que cada uno de los países integrantes de ese bloque dispone de la posibilidad de definir excepciones al arancel externo común. En el caso del trigo, Brasil ya utilizó ese recurso para importar trigo cuando escaseaba en la Argentina, por ejemplo de Rusia o Canadá. Pero nunca había determinado una cuota estable para todos los años.
Según el comunicado de la Casa Blanca, Estados Unidos y Brasil acordaron además las condiciones científicas para permitir la importación de carne porcina de Estados Unidos. No tendrá gran impacto comercial porque los brasileños son grandes productores de cerdo. Es una medida que Trump también solicitó a Mauricio Macri a la hora de negociar la apertura de su país a la carne vacuna argentina.
Tras el comunicado conjunto, el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, destacó en sus redes sociales la reunión con la ministra Tereza Cristina, en Washington. En todo momento, en las reuniones bilaterales, los estadounidenses intentaron que Brasil se ponga de su lado en la disputa comercial con China. Pero Tereza Cristina en todo momento recordó la importancia estratégica que tiene China para el negocio brasileño, especialmente para las exportaciones de soja.
En su reunión por separado, según informó el Ministerio de Agricultura brasileño, Tereza Cristina y Perdue también trataron la “necesidad de asociaciones en apoyo a las biotecnologías agrícolas y de un comercio seguro basado en ciencia”, para productos de los dos países, como la carne porcina y la bovina.
Perdue también celebró la decisión del gobierno brasileño de crear una cuota de 750 mil toneladas anuales de trigo con arancel cero. De acuerdo con el titular del USDA, los productores estadounidenses estaban “ansiosos por concretar grandes exportaciones de trigo de EE.UU.” hacia un mercado que absorbe unas 7 millones de toneladas anuales, 5 millones de las cuales provienes usualmente de la Argentina.
Brasil, según se informó, notificará a la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre la creación de la cuota, con la que ya se había comprometido desde fines de la Ronda Uruguay en la década de 1990, sin que la medida haya sido finalmente implementada. Hasta ahora.
Según la nota oficial conjunta, por otro lado, el presidente Trump anunció el apoyo de Estados Unidos a la entrada de Brasil en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un grupo de 36 grandes países que aceptan los principios de la economía de mercado. La Argentina tiene la misma aspiración.