Las autoridades de la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía dispusieron distancias de aislamiento y duración del período de control postcosecha de cultivos genéticamente modificados (OGM) de soja y trigo, entre otros cultivos, recolectados por medio de cosechadoras autopropulsadas. Estas distancias rigen para los cultivos bajo “confinamiento” o regulados, por estar en fase experimental.
La nueva normativa indica que para recolección con cosechadora convencional debe haber una distancia de aislamiento del cultivo OGM de soja y trigo de al menos 30 metros respecto de otro cultivo. En lo que respecta al período de control postcosecha requerido, el mismo es de un año en el caso de la soja OGM y de dos años para el trigo OGM.
En situaciones en las cuales se emplee una cosechadora de tipo experimental, las distancias establecidas para ambos cultivos son de 15 metros para las cabeceras y de 10 metros para los laterales con un año para el período de control postcosecha.
Algunos plantearon que los nuevos límites se diseñaron para los eventos de soja y trigo con tolerancia a sequía (IND-ØØ41Ø-5 y IND-ØØ412-7), los cuales están aprobados en la Argentina, pero no así su comercialización, dado que la misma está condicionada a la aprobación por parte de las autoridades regulatorios de China (en el caso de la soja) y Brasil (trigo). Pero fuentes de Bioceres, la empresa que desarrolló ambos eventos, afirmó rotundamente que eso no es así.
Hasta ahora solamente estaba habilitada en la Argentina la cosecha manual de soja y trigo OGM con una distancia de 3,0 metros y un período de un año para la soja y de dos para el cereal.
Más allá de los límite establecidos, la normativa indica que la empresa solicitante “podrá proponer medidas alternativas o complementarias”, tales como “barreras físicas, prevención de la floración, separación temporal e incompatibilidad biológica, incluyendo diferencias de estadío fenológico”. En todos los casos tales medida serán evaluadas por la Comisión Asesora en Biotecnología Agropecuaria (Conabia).