El tema de la película es el mismo, pero con argumentos completamente diferentes: mientras que en EE.UU. los precios del maíz se desinflan, en Sudamérica suben.
Brasil, que se quedó sin reservas de maíz temprano, se encamina tener una cosecha de maíz tardío que, además de ingresar más tarde al mercado por atrasos en la siembra, será mucho menor a la proyectada inicialmente.
Luego de recortar un mes atrás el pronóstico de cosecha de maíz tardío en Brasil a 64,6 millones de toneladas por restricciones hídricas, la consultora AgRural volvió ahora a reducir a 54,6 millones la perspectiva de producción de ese cultivo por daños generados por heladas.
Para colmo, el real (R$) se viene devaluando fuerte en Brasil, así que la importación del cereal –parte del cual proviene de la Argentina– se está encareciendo, lo que contribuye a afirmar los precios del producto en el mercado brasileño.
En ese contexto, ante la menor oferta disponible en Brasil, las presiones para originar maíz argentino vienen creciendo de manera considerable en las últimas jornadas, dado que aún faltan dos meses para que ingrese al mercado global la cosecha de maíz estadounidense.
En tanto, en EE.UU. están mirando “otra película” al prever que China no sólo no repetiría la “vorágine” de importación de maíz de esta campaña comercial en 2021/22, sino que además podría reducir compras si logra recuperar la producción interna del cereal.
Por ese motivo, mientras que hoy miércoles el valor del contrato Maíz CME Julio 2021 en EE.UU. registró una caída intradiaria del 1,3 u$s/tonelada para cerrar en 256,9 u$s/tonelada, el contrato equivalente en la Argentina (Maíz Rosario Julio 2021 Matba Rofex) subió 1,5 u$s/tonelada para finalizar en 186,5 u$s/tonelada.
La fortaleza de la demanda terminó también beneficiando al contrato Maíz Rosario Diciembre 2021, que logró mantenerse en un promedio de 196,0 u$s/tonelada, e incluso al maíz “nuevo”, con una posición Abril 2022 que finalizó en 181,5 u$s/tonelada con una suba intradiaria de 2,0 u$s/tonelada.