Las escuelas agrotécnicas con internados para alumnos están teniendo problemas porque las autoridades educativas cuestionan la seguridad sanitaria de las mismas. Pero, luego de un año de virtualidad, los alumnos necesitan el aprendizaje práctico que solamente se puede lograr a través de las clases presenciales.
“Necesitamos la autorización para arrancar con las clases”, comenta a Bichos de Campo el cura salesiano y estrella de las redes sociales Julio Ramos, quien trabaja en la Escuela Agrotécnica Salesiana La Trinidad, localizada en el partido bonaerense de General Arenales.
“El tema del pupilaje lo cuestionan mucho las autoridades, porque vienen chicos de muchas localidades; estamos tratando de despejar las dudas con protocolos y organización. Tenemos espacio suficiente en la institución y estamos intentando mostrar garantías para que nos permitan dar clases presenciales”, afirma.
“Muchos chicos han buscando esta escuela justamente por la posibilidad del desarrollo educativo a campo. Cuando se despiden de la escuela, sus compañeros, más que compañeros, son hermanos, por las vivencias que compartieron al vivir aquí”, añade el salesiano que comparte diariamente sus actividades en todas las redes sociales.
-¿Cómo surgió la vocación de comunicar?
-Por la intención de compartir con mi familia lo que hacía en los diferentes lugares y luego se fueron enganchando amigos y gente de los lugares por donde estuve trabajando antes. Estuve en una escuela agrotécnica de San Ambrosio, departamento de Río Cuarto, en Córdoba; después en la escuela vitivinícola de Rodeo del Medio en Mendoza; de ahí me fui a Salta, luego a San Luis; después en Don Bosco en la Capital Federal y después me enviaron acá. Y en muchos lugares iba teniendo muchos amigos y gente conocida, a quienes le interesaba qué es lo que hacía. También el gusto por la fotografía hizo que pudiese compartir muchas imágenes, más en una escuela como la nuestra, que es un pupilaje, donde los adolescentes son medio reacios a compartir lo que hacen y entonces las familia y los amigos están al tanto de lo que hacen los chicos. Así fui pasando de Facebook a Twitter y de Instagram a Tik Tok.
-Tik Tok es la red social más usada en la actualidad por adolescentes.
– Me interesó sobre todo porque en el acompañamiento de los alumnos, eso me permite mantenerme en la onda de su lenguaje y de las cosas en la que andan; vi que en las redes sociales ellos iban migrando hasta que mayormente los encontré en Tik Tok. Recientemente confirmé a unos alumnos y para la explicación del Evangelio utilicé terminología de Tik Tok, y los chicos entendieron todo. Como educador de jóvenes, necesito saber en qué están para poder acompañarlos.
-¿Cuál es su tarea como educador?
-Tengo el título de profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación y eso me habilita para materias del ámbito humanístico. Estuve un tiempo dando clases de salud y adolescencia y de ciudadanía; ahora me he quedado sólo con ciudadanía en primero, segundo y tercer año, porque me nombraron párroco del pueblo cercano (Ferré) y no tengo mucho tiempo disponible. En la comunidad estoy encargado del pupilaje; el responsable del acompañamiento de los chicos lo tengo yo con otros asistentes y preceptores.
-¿Cuántos alumnos tiene la escuela?
-En total son 200 alumnos, de los cuales pupilos deben ser unos 130 ó 140. Hay años que son más y otros menos, pero ese es el número de pupilos; tenemos chicos desde Rufino hasta Arrecifes y desde Chacabuco hasta Santa Teresa. La escuela, que tiene 95 años, está ubicada en el corazón de la zona núcleo pampeana. Los chicos residen de lunes a viernes y el fin de semana regresan con sus familias. El año pasado, debido a la pandemia, tuvimos clases solamente durante tres días, y luego se cortaron; seguimos con clases virtuales y ahora estamos peleando para que, aunque sea por burbuja o por grupos reducidos, poder empezar las clases presenciales con los chicos de la zona y con los que vienen de lejos.
-¿En una escuela agrotécnica es fundamental la presencialidad?
-Así es. Con la virtualidad las materias del tronco general se pueden dar, pero lo práctico queda todo en el aire. Este año, si tenemos la posibilidad de volver a tener clases presenciales, el seguimiento fuerte va a estar en lo práctico.
-Estás muy comprometido además con las diferentes tareas productivas que se hacen en la escuela.
-Soy un sanjuanino nacido entre viñas y olivares. En una de las etapas formativas que tenemos los salesianos fui enviado a una escuela agrotécnica y quedé completamente enamorado y cuando me dijeron de poder venir a trabajar acá, dije que sí, porque me apasiona lo productivo y la naturaleza. Y fundamentalmente poder acompañar a la gente, a los empleados de campo, para poder estar a su lado no solamente con un sermón en la Iglesia, sino dándole una mano ordeñando, en la parición de las vacas, en el destete de los lechones, en la calidad de los silos; apostólicamente es un medio para mostrar que uno está con ellos.
-¿Una buena parte de lo generado a nivel productivo debe sustentar a la institución?
-Sí, las cuestiones educativas, las pensiones de los chicos y las becas, parten del campo; la mayoría de los chicos están viviendo aquí gracias al esfuerzo de la gente que trabaja en el campo.
-Estar en redes sociales tiene muchas cosas buenas, pero también implica exponerse. ¿Alguna vez tuviste alguna situación desagradable?
-Tengo mis haters (“odiadores”) en Tik Tok, que se dedican a denostar todo lo clerical, aunque no son tantos. Tengo un video en el cual doy una bendición un domingo y que se volvió viral con unas 68.000 visualizaciones y ahí es donde empezaron a aparecer algunos haters y uno le responde Dios te bendiga; son pocos. En eso soy un bendecido, porque otros ponen “a” y en seguida alguien le responde, entonces a mí no se si me respetan por la investidura eclesiástica, pero mayormente no tengo problemas al respecto. En estos ámbitos es como que nos endogamizamos bastante los que estamos en la misma, entonces es como que nos parapetamos para defendernos entre nosotros y no son muchos los que quieren tomarse el trabajo de aclarar las cosas para no pelear mucho, como hace, por ejemplo, Matías Longoni, que está en esa.
-Los vaivenes de mercado presentes en las distintas actividades los impactan también, especialmente ahora con la crisis de ingresos de la lechería.
-Nosotros tenemos la posibilidad de agregarle valor a través de la producción de quesos y dulce de leche, entonces se sostiene la actividad lechera con ese aporte. Si tuviésemos al tambo por sí mismo, estaríamos al horno, pero se sostiene bastante bien con los lácteos. Hay temporadas en las cuales se vende toda la leche, pero por lo general en la semana la mitad se queda acá y la otra mitad se vende a una industria láctea. Producimos cerca de 4500 litros por día. Después, por suerte, le hemos pegado en la manejo reproductivo del tambo y de las pasturas; estamos muy bien con eso. Tenemos en la escuela además una extrusora de soja donde nos proveemos de nuestro propio expeller de soja y con eso no tenemos que andar comprando y logramos un ahorro importante en el alimento de vacas, cerdos y cría. Y podemos mostrarle a los alumnos el ciclo completo de producción. El maíz también es de propia producción; hacemos unas hectáreas para picado y otra para grano. Prácticamente nos autoabastecemos, es muy raro que tengamos que comprar algo afuera.
-Además de mostrar en redes sociales todas las actividades que se hacen en la escuela, comunicás el Evangelio a través de las mismas.
-Los salesianos tenemos como principio educar evangelizando y evangelizar educando. El propósito es impregnar de valores a toda actividad humana con el Evangelio y no sé si me sale, pero lo intento.
-También se ve en las redes que te entusiasma mucho la tradición gaucha.
-Cuando tuve mi etapa de formación en una escuela agraria en Río Cuarto, tuve la gracia de estar acompañado por un sacerdote que le encantaban todas esas cosas, y cuando el notó que a mí también me gustaban, me pasó su entusiasmo, y me llevó a desfiles y jineteadas. Pude acompañar a muchas agrupaciones gauchas en todos los lugares en los cuales estuve. Y acá también la cultivo.
Excelente nota…
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