Cada vez que se puede, Bichos de Campo entrevista a Eduardo Fondato, quien no deja de trabajar en las campañas de difusión y vacunación contra la enfermedad de la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA), también llamada Mal de los Rastrojos o Virus Junín. Esta vez lo hallamos en una carpa que montó, como parte de la Fundación Doctor Julio Maiztegui, en la reciente Expoagro 2025 en San Nicolás.
Son de esas entrevistas necesarias, con las que hay que insistir y machacar cada vez que resulte posible.
Fondato ocupa el cargo de vicepresidente de dicha fundación, que integra desde 2016. Lo hacía a medio tiempo, pero en 2022 se jubiló, luego de trabajar durante 50 años en la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), y desde aquel año dedica su tiempo completo a la causa humanitaria que lleva adelante la entidad con sede en la ciudad de Pergamino, donde él reside actualmente. La misma fue creada en 1995 gracias al apoyo de 10 empresas, de las cuales ACA es una de ellas.
Eduardo explica la razón por la cual suele encabezar las campañas que la fundación realiza por distintas partes de nuestro país: “Es que el presidente de la Fundación, Ariel Torti, tiene mucho trabajo como agricultor y entonces yo lo remplazo, viajando a todos lados. A veces me acompaña mi esposa. Sólo pedimos que, de la localidad que nos convoquen, nos ayuden con los viáticos y dónde dormir, porque hoy todo se hace muy cuesta arriba de concretar”, asegura.
Aclara Eduardo que la tarea de todo el personal directivo es “ad honorem”. Ellos no cobran por dedicar su tiempo a recorrer el país dando charlas sobre la enfermedad, y explica que en el lugar al que llegan, convocan al personal sanitario local (enfermeras) para que apliquen las vacunas. “Lo hacemos de modo gratuito y consisten en un simple pinchacito subcutáneo. Sugerimos que lo haga toda la población, porque somos un país rural y todos estamos expuestos a contraer la enfermedad”, advierte.
El virus de esta enfermedad tuvo su foco endémico entre las ciudades de Junín, Chacabuco y O’Higggins, al norte de la provincia de Buenos Aires, descubierto en el año 1958, y luego se expandió por parte de esa provincia y la de Santa Fe, noroeste de La Pampa y Córdoba, pero también hacia el noroeste del país.
La enfermedad afecta principalmente a personas que residen en zonas rurales y por eso es reconocida como enfermedad profesional de los trabajadores agropecuarios. Es transmitida por un roedor muy pequeño, conocido como laucha manchada, laucha del maíz o más comúnmente como ratón maicero, que la transmite a través de su saliva, su orina, su sangre o sus heces. El contagio del virus llamado “de Junín”, se produce por contacto con la piel, con las mucosas o la inhalación de partículas que lo puedan portar.
Mirá la entrevista completa con Eduardo Fondato:
En el caso de su presencia en la ExpoAgro, explica Fondato que este es su segundo año consecutivo, presentándose en una carpa, donde personal sanitario del hospital San Felipe realizó la aplicación de las vacunas, que se producen en el Instituto Maiztegui de la localidad de Pergamino.
En su nuevo diálogo con Bichos de Campo, Eduardo lamenta que el peligro de esta enfermedad no cuente con la debida difusión, al parecer, porque se ha logrado disminuirla considerablemente, pero no exterminarla aún. De hecho, sigue provocando varias muertes. Por eso sostiene que es necesario que toda la sociedad se comprometa a difundir la necesidad urgente de vacunarse para prevenir este mal endémico.
Dijo además el vicepresidente de la Fundación Maiztegui que si bien cuando apareció este flagelo se enfermaban unas 500 a 600 personas por año, hoy se ha logrado bajar a unos 40 a 50 casos, de los cuales fallecen unas 4 o 5 o 6 personas. Este año que recién comienza, ya tuvo 6 casos confirmados y 1 fallecido. Pero lo curioso es que el 50% de los casos, se ha dado en la población urbana, debido a la propagación endémica de esta enfermedad.
Culmina Fondato: “Por eso venimos a esta Expo, pero también vamos a la de Agroactiva, a la de Pergamino, a la de Salto, a la Fiesta de la Estaca, en Acevedo, a la de San Patricio en Mariano H. Alfonzo, a diversas maratones y a toda localidad que nos convoque, sobre todo a las escuelas y colegios donde se ocupan de concientizar a alumnos, maestros, profesores y padres”.
“Fue muy bueno ver que en La Rural de Pergamino se vacunaron 300 personas, por ejemplo, cuando la gente se entera y entiende, acepta vacunarse enseguida”, comentó.
El año que viene volveremos a entrevistarlo.