Si hay una discusión que se ha repetido hasta el cansancio este año es la cuestión de la “privatización de tierras improductivas”. Lo vimos en varias oportunidades con el INTA, a través de proyectos de ley que impulsaban el loteo de ciertas áreas de las experimentales de ese Instituto para la construcción de viviendas particulares o nuevos barrios. La temática vuelva ahora a meterse en la agenda, pero esta vez enmarcada dentro del sector universitario, específicamente con la Universidad de Luján (UNLu).
¿Qué pasó? La Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de Luján (ADUNLu) denunció que hay interés por lotear y privatizar parte de los terrenos que conforman el campo de la Universidad, para construir viviendas. ¿Y quién impulsa ese proyecto? Otros dos gremios de la Institución: la Asociación de Trabajadores de la UNLu (ATUNLu), es decir el sector no docente, y de manera sorpresiva otro gremio docente de la universidad –mucho más pequeño que el primero y de una Federación distinta- que es ADIUL.
Esta no es la primera vez que la Universidad afronta una situación del estilo. Ya en 2016 se realizó la expropiación de una parte del terreno para dar paso a la Autopista de la Ruta 5. Si bien la Institución recibió un resarcimiento, para los proyectos educativos implicó un gran impacto por la división del territorio.
Luego en 2011, los mismos gremios que hoy piden el loteo enviaron una petición muy similar a la actual al Consejo Superior de la Universidad, pero que terminó por ser rechazado. En esta oportunidad, sin embargo, hay más incertidumbre ya que si bien la iniciativa todavía no fue revisada, el próximo diez de noviembre habrá elecciones que darán paso a un nuevo rectorado y los docentes temen la decisión de las nuevas autoridades.
“Lo que estamos pidiendo es que el campo de la universidad, que es un campo experimental dedicado a la docencia, investigación y extensión continúe con ese fin. Ellos apuntan a que no se produce, pero lo cierto es que el campo tiene una función productiva y no debe tener un destino para el uso habitacional. La Universidad estaría funcionando como una inmobiliaria que vende terrenos”, dijo a Bichos de Campo Federico Vita, secretario general de ADUNLu y docente de microbiología agrícola en esa Institución.
El campo de la Universidad tiene una extensión de 254 hectáreas, de las cuales hay intensión de privatizar un 8%, es decir poco más de 20 hectáreas.
En la totalidad del territorio hay albergados todo tipo de proyectos educativos de distintas carreras. Cuenta por ejemplo con un área para ensayos experimentales de cultivos, una de horticultura, de riego, de fitopatología y una para trabajos forestales.
“Tiene también un predio de 10 hectáreas donde se está trabajando en la plantación de un jardín botánico, para el cual se están trayendo especies y recuperando otras perdidas de la zona del Río de La Plata, la costa rivereña y la región pampeana. Hay además áreas de recuperación de flora y pastizales nativos”, indicó Vila.
Dentro del campo existe incluso un tambo con 150 animales en producción, un galpón de maquinaria y hasta un laboratorio en el cual se estudia el comportamiento de la ardilla de vientre rojo, Callosciurus erythraeus, que se ha declarado como plaga en la provincia de Buenos Aires.
Y como si esto fuera poco, dentro de la Universidad funciona desde hace 25 años una estación meteorológica que lleva registros de la temperatura del suelo, de la calidad del aire, de la humedad y que cuenta además con un punto de referencia del Grupo de Estudios de la Radiación Solar (GERsolar).
“Es un punto de referencia a nivel nacional e internacional para el cumplimiento de las normativas internacionales en la medición solar. Una urbanización alrededor de ese punto, o cambiar de lugar ese punto, sería un problema grave para toda la investigación que se viene haciendo en los últimos 20 años”, afirmó Vila.
Un dato interesante y que puede ser clave para el desenvolvimiento de esta situación, es que el campo de la Universidad de Luján fue donado por la familia Alvear para actividades de desarrollo social, teniendo en cuenta que esa Institución cuenta con la carrera de Trabajo Social.
“Por eso en el campo de al lado de la Universidad funciona el Instituto Alvear de menores, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Si bien del campo hacen uso otras carreras específicas, vemos ahí una dificultada legal porque podrían llegar a reclamarlo. Por eso estamos pidiendo el acta de donación para tener información precisa de esa situación”, explicó el docente.
Ahora bien, ¿dónde entran los créditos Procrear en este asunto? En primer lugar hay que decir que se trata de un programa que comprende distintas líneas de crédito a tasas subsidiadas y de alcance federal, para el desarrollo territorial, urbano y habitacional. Recientemente se ha lanzado una segunda edición del mismo, que está actualmente recibiendo postulaciones.
El Procrear cuenta con dos líneas de crédito para asociaciones sindicales y afiliados a gremios: se trata de las líneas 1 y 3. La primera tiene como condición la posesión de un terreno propio, y la segunda es para aquellos que no cuenten con tierra propia. Es allí donde inicia el conflicto: parte de los miembros de la Universidad consideran que hay extensiones improductivas del predio que deberían ocuparse, y para eso proponen que la Institución las entregue y que mediante las erogaciones del Procrear se construyan allí nuevas viviendas.
“Lo que nosotros estamos diciendo es que si vos querés hacer un barrio, hacé los estudios de prefactibilidad. Tienen que ser lugares donde vos extiendas el entramado y la malla urbana. No podés hacerlo en el medio del campo. Ahí vos tenés que llevar luz, cloacas, etc. Entonces tiene que ser en todas las zonas limítrofes donde del otro lado del alambrado haya tejido urbano”, sostuvo Vita.
-¿Pero es eso posible?- le preguntamos al secretario.
-Sería posible si en esas zonas no hubiera proyectos. Ahí hay un problema: ya hay proyectos aprobados y plata entregada. Entonces la pregunta mía es: querés hacer un barrio, lo vas a hacer en un lugar donde hay un proyecto educativo, ¿vas a comprar un campo en otro lado para que se pueda continuarse con ese proyecto?
-¿Se han puesto en contacto con algún dirigente de la provincia?
-Con la provincia no nos hemos comunicado. Estamos intentando hacer una reunión con el intendente local porque es el que más directamente se beneficiaría al recibiría un barrio que no tiene planificado hacer. Sí estamos en contacto directo con la Secretaria de Hábitat del Ministerio de Infraestructura de la Nación que es la que implementa el Procrear.
El panorama al momento es incierto. La petición fue presentada pero todavía no se ha escuchado ningún comentario de las autoridades y las discusiones al interior de cada agrupación se han mantenido de forma muy hermética. Por lo pronto, hoy los miembros de ADUNLu realizarán un encuentro en el campo de la Universidad con la comunidad educativa y los vecinos de Luján, para hacer visible esta problemática.