El campo argentino está repleto de historias que parecen singulares y hasta extrañas, pero que en realidad tienen una lógica: quienes producen suelen ser en esencia innovadores y, más allá de lo que dicte el mercado, la búsqueda de mayor diversidad es uno de sus objetivos. Por aquello de poner los huevos en diferentes canastas. Por aquello de pegarla con algo diferente. Por aquello de comprobar si los diversos cultivos se adaptan a las condiciones de cada zona. Siempre aparece algún productor tratando de forzar las lógicas.
Es el caso de Norberto Knudsen, descendiente de daneses en la zona entre La Dulce y Necochea. En algún momento de su vida se puso a investigar sobre frambuesas. Y lo hizo en una zona tradicionalmente productora de trigo y de cebada, con algo de maíz y de soja.
“Con mi hermano tenemos un campo totalmente agrícola, donde hacemos algo de ganadería en feedlot. En el año 2000 estábamos un poco aburridos, y decidimos buscar algo alternativo para agregar a lo que hacíamos. Nosotros somos de leer mucho las revistas de agro, pero recuerdo que me dio por leer un libro que hablaba de frambuesas, y que no tenía nada que ver con el campo, sino creo que era de recetas. Pero me llamó la atención y me dije: Frambuesas”, comenzó el relato.
Mirá la entrevista:
-Seguramente había muy poca historia escrita sobre frambuesas en Argentina en 2000. Ahora debe haber un poco más, pero en el 2000 había muy poco…
-En realidad, en el sur de la Argentina, sobre la Cordillera, siempre hubo frambuesas. Es un cultivo de montaña. Acá en la zona, que yo sepa, hay algo en La Sofía, en Barker (Benito Juárez), y en Sierra de los Padres, en Mar del Plata.
-¿Acá en Necochea no había antecedentes?
-No, ni siquiera sabía si se adaptaba a la zona. Empezamos a averiguar y dimos con Emilio Riádigos, del Vivero Humus, que en el Bolsón tiene una extensión muy grande de frambuesas y para mi es lo máximo en el país. Él me dijo que conocía a una gente de Barker que cultivaba frambuesas y se adaptaban muy bien. Me dijo que mientras en invierno pudiera juntar 40 horas de heladas, de temperaturas bajo cero, podría tener frambuesas. Cuantas más heladas o más frío tome en invierno, mejor. Lo que no le gusta a la frambuesa es el viento y el calor excesivo. El verano pasado tuve 5 o 6 días de 47 grados y vientos fuertes, y me las quemó.
-Pero en general, sin llegar a esos extremos, ¿aguanta?
-Sí, es un cultivo muy noble y rústico, hermano de la rosa, es una rosácea.
-¿Entonces trajiste los primeros plantines desde Chubut?
-Sí, me los mandaron por encomienda, empecé con poquitos, unos 200 plantines. Empezamos a cuidarlas, pero lo que más nos costó fue la comercialización, porque acá hace 20 años la frambuesa ni se conocía.
-¿Y cómo empezaste?
-Empecé a investigar. Si te ponés a pensar, 200 plantas serían para consumo propio. Empecé a hablar con verduleros, en los restoranes, y al principio estaban reacios porque no la conocían. Pero insistiendo, la fueron probando y hoy en día la demanda es terrible, me las sacan de las manos.
-Es raro el planteo circular del cultivo sobre el lote. ¿Siempre fue así?
-En un inicio empezamos con mi hermano en líneas paralelas. Se lo dejé a mi hermano porque me surgió un trabajo en Olavarría. Y cuando regresé, decidí empezar de nuevo. Y pensé en aplicar riego por goteo o incluso aplicar en verano riego por aspersión. Tenemos en el campo un pivot central. Si mirás bien las hileras de frambuesas, vas a ver que dejé lugar para las bajadas del pivot central. Por eso es circular la siembra.
-¿Requiere mucha agua el cultivo de frambuesas?
-Sí, sobre todo en verano, en la época de la cosecha. El agua justa, sin inundar.
-¿Y cuántos años dura la planta?
-No es perenne. Es como la rosa, se seca totalmente en invierno, y renace en primavera. Hay dos variedades: las Remontantes y las No Remontantes. Estas últimas tienen una sola floración en el ciclo y da mucho una sola vez, como la zarzamora. Estas que tengo yo son Remontantes, que están constantemente floreciendo. No tengo cosechas del nivel de las No Remontantes, pero tengo varias floraciones. Comienzo la cosecha en diciembre y hasta abril o mayo sigo recolectando.
-Con lo cual evitás saturar de frambuesas el mercado de Necochea…
-Aprovecho esos meses para proveer de frambuesas frescas, que son las más buscadas, y el resto se va congelando. Hacemos IQF, que es el sistema de congelamiento rápido individual. Eso va al mercado de la industria, dulces, helados, salsas.
-Me imagino que la mayor gracia del negocio está en el fresco.
-Sí, es lo que más rédito deja.
-¿Se cosechan manualmente?
-Sí, no hay máquinas para cosechar frambuesas. He visto que en Estados Unidos, para las No Remontantes -que dan una sola vez- hay unas máquinas con unos peines y unos recolectores abajo, pero dejan mucha pérdida. No hay como la mano del hombre.
-Supongo que es un fruto que se debe cosechar rápidamente y cuidar para que no se estropee, no se golpee.
-Acá se trabaja con pedidos de cada día. La gente me hace pedidos dos días antes y ya se que para tal día necesito tantos kilos en fresco. Se cosecha directamente de la planta a las bandejas de kilo, de medio kilo o de un cuarto kilo, y se cierran. La selección se hace a campo. Los muchachos ya saben que si tienen alguna parte fea, son clase 2, y se aparta para la industria. Va todo por el color. Cuando más intenso y más oscuro, es que el fruto está maduro. Si juntás de color rojo, es para 6 días, y si no, va para congelar.
-Arrancaste con 200 plantas. ¿Cuántas tenés ahora?
-Hoy tengo 10.000, casi una hectárea.
-¿Y cuántos kilos le sacás a esa producción?
-Depende del año. Lo máximo a lo que he llegado es a 5.000 kilos anuales. Depende mucho de las lluvias. Después de una lluvia es impresionante la cantidad de frambuesas que da. Y no es lo mismo que el riego por goteo.
-¿Usás algún nutriente?
-A la frambuesa le gusta mucho el potasio. Yo uso un fertilizante que es 15-5-35 (15 de nitrógeno, 5 de fósforo y 35 de potasio). Requiere mucho potasio.
-¿Vas renovando variedades, como en el caso de los arándanos?
-Hay muchas variedades. Yo he probado dos, la Autumn Bliss y la Heritage. Ésta última es la más rústica, pero acá no me da resultado, siendo que su fruto es más chico, pero más concentrado. En cambio la Autumn es de fruto más grande y menos concentrado, pero tiene sabor.
-En Necochea, donde no había cultura de frambuesas, ahora se supone que has ido formando un mercado. ¿Hay demanda?
-Después de 20 años, me conoce todo el mundo y la demanda es muy grande. Pero hubo un tiempo en que me sobraban frutas frescas y mandaba frambuesas al Mercado Central de Mar del Plata.
-¿Qué consejo le das a alguien que quisiera empezar hoy?
–Más que nada pasión. Pero es muy esclavo, porque no es que cosecho de noviembre hasta abril y después hago la plancha. Durante los 365 días del año tenés poda, limpieza, fertilización, mucho caminar… Requiere un cuidado intensivo, mirar que la planta esté sana. Y depende del clima. Este año, la seca, no es buena para la frambuesa.
-¿Y se puede vivir de la frambuesa?
-Los números son tentadores, pero no alcanza para una familia. A mí me suma algo, pero con esta extensión no viviría. Esto requiere mucho capital inicial, calculá que un plantín cuesta 1 dólar y tengo 10.000. Y al mercado hay que construirlo, como el de las trufas.
-¿Te has vuelto fanático de las frambuesas?
-Las amo porque vengo de familia de agrónomos y aprendí a amar las plantas. Ver que están bien y sanas es lo más lindo. Hace dos días empezó la cosecha y es el mejor momento. Tiene otro gusto llevar tu producto al mercado y ver que les gusta, tiene su lado emotivo y te da ganas de seguir adelante.
Muy buena la nota, muy interesante, que grande los que 8nnovan en el campo!!!! Felicitaciones
Que poca ayuda le hicieron con la foto su pelada en la portada de la noticia. Admito que entré por el clickbait de esa pelada, aún así, qué alcahuete.
Hola cómo contactarse con el vendedor para realizar compras?